La Policía Local de Mérida decomisó el pasado lunes un centenar de amuletos de la denominada Semilla de la Suerte. Según informó ayer el intendente de la policía local, José Ruda, hace unos días la jefatura emeritense recibió instrucciones por parte del Ministerio del Interior alertando de la posible comercialización de unas semillas que han resultado ser tóxicas y están siendo vendidas como pulseras y colgantes de la suerte en el país.

Ruda aclaró que estos objetos no se incautan por un delito de tráfico de estupefacientes, sino por ser distribuidos "sin los correspondientes controles sanitarios". En este sentido, se da la circunstancia de que la Universidad de Oviedo ha llevado a cabo un análisis de estas semillas y ha demostrado que son "alucinógenas y venenosas". Por su parte, los propietarios de los establecimientos aseguran no conocer su toxicidad y, según Ruda, "han colaborado en todo momento, aunque también se enfrentan a una sanción por distribución de productos que no han pasado los controles debidos de sanidad".

Por otra parte, el delegado de la policía local, Miguel Valdés, afirmó que hay que "advertir a la población emeritense de la posible toxicidad de estos amuletos". Según recogió el consistorio en nota de prensa, Valdés aseguró que "lo que más importa le al ayuntamiento y a la policía local es que si alguien lo ha comprado sepa que es tóxico, y que si alguien lo ve en un establecimiento, que lo denuncie".

Ante estos hechos, el ayuntamiento solicita a aquellos vecinos que conozcan otros puntos de venta, que se pongan en contacto con las fuerzas y cuerpos de seguridad de la ciudad. Las informaciones se pueden hacer llegar bien llamando al 092 para la policía local o al 091 para el cuerpo nacional de policía.

En este sentido, cabe destacar que estas semillas de Huayruro son procedentes de Perú y se caracterizan por tener un color rojo con manchas negras. Así, desde tiempos de los incas, esta colorida semilla se utilizaba para realizar diversos rituales y por ello se le atribuían poderes milagrosos, tanto para la curación como la protección. Además, ya los utilizaban como colgantes, collares o de brazaletes.