Un policía nacional uniformado impidió ayer desarrollar su trabajo a dos fotógrafos de prensa, entre ellos al de este diario, y les obligó a destruir material gráfico captado en el coso emeritense, amenzándoles además con llevarlos a comisaría y hasta imperdirles el acceso a la misma en próximos eventos taurinos.

Los dos fotógrafos saltaron al ruedo al finalizar la corrida para tomar imágenes de un caballo con una pata rota, lo que, a juicio del agente, no era procedente y les conminó a borrar todas las fotos y a entregarles el DNI, a lo que ambos se negaron. La actuación del policía impidió a los fotógrafos sacar fotos de la salida a hombros de los diestros. E. P. E.