Mejorar la seguridad vial. Con este objetivo, la Policía Local de Mérida está realizando pruebas con un radar móvil en distintos puntos de la ciudad para controlar la velocidad de los vehículos. El delegado del área, Marco Antonio Guijarro, explica que por el momento se están recabando datos para calibrar el cinenómetro y que, posteriormente, se estudiará la posibilidad de que el consistorio adquiera uno en propiedad y entre en funcionamiento en aquellas vías donde se cometen más infracciones.

«En caso de que se tomara la decisión de instalar controladores de velocidad, se establecería un periodo de concienciación y de información. No lo haremos con el afán de recaudar por las sanciones», subraya el edil, quien aprovecha para acabar así con los bulos que le han llegado acerca de que este radar ya estaba operativo. Sobre este asunto, Guijarro puntualiza que en la actualidad no hay ningún cinenómetro activo en toda la ciudad.

El radar en cuestión pertenece a la Dirección General de Tráfico (DGT), que se lo ha cedido temporalmente al ayuntamiento emeritense para que los agentes puedan familiarizarse con el uso de este aparato de control de velocidad. «Estamos barajando datos para tomarle el puso a la ciudad en cuanto al número de infracciones que se cometen», sostiene el edil. En este sentido, destaca que varios de los aspectos que están analizando son «la frecuencia media de los vehículos, las velocidades, las posibles incidencias y el número de infractores».

El delegado señala que la policía local está llevando a cabo las pruebas con el radar en aquellos puntos de la ciudad «donde registramos un mayor número de reclamaciones o hay sospechas de que se incumplen más los límites de velocidad». En concreto, Guijarro indica que se tiene conocimiento de que se acumulan infracciones en el puente Fernández Casado, en el tramo de la avenida Reina Sofía que desemboca en la rotonda de las Tres Fuentes y en la antigua N-V, entre otras zonas. Cabe recordar que la velocidad genérica máxima para las vías urbanas es de 50 km/h.

Ya que por ahora no está decidido que finalmente se vaya a hacer uso de estos equipos en la ciudad, se desconoce qué tipo de cinenómetro se pondría en funcionamiento, aunque el que está probando la policía local es un radar de trípode, que tiene la mecánica de uno fijo pero es considerado móvil. Por ello, estos radares son típicos de las ciudades y suelen ocultarse detrás de puentes, delante de coches estacionados en el arcén o en los setos.