La intervención de unos agentes de la policía nacional evitó el pasado martes que una pareja que al parecer pretendía suicidarse mediante la ingesta de una gran cantidad de pastillas lograra su objetivo. Tras recibir una llamada de aviso, los policías tuvieron que entrar en el domicilio a tiempo derribando la puerta de entrada. La pareja, un hombre de 54 años y una mujer de 48, tuvo que ser trasladada al centro hospitalario emeritense y ayer permanecía ingresada, aunque ambos se encuentran «fuera de peligro».

Los hechos sucedieron sobre las 20.30 horas en una vivienda del número 47 de la calle Almendralejo (edificio de la Torre). Los agentes conocieron las intenciones de la pareja a través de un conocido que llamó al 091 alertando de la situación, en concreto, fue un agente de la Guardia Civil de Tenerife quien recibió este aviso. Según ha podido saber este diario, el hombre, muy conocido en Mérida por su vínculo con los colectivos deportivos de la ciudad, habría dado a conocer sus pretensiones a través de las redes sociales, de ahí que la policía pudiese llegar a tiempo para evitar el trágico desenlace. Cabe señalar que la difícil situación económica en que la que presuntamente se encuentra la pareja habría sido el desencadenante que les ha llevado a tomar esta decisión.

La policía nacional explica en una nota de prensa que, tras recibir la llamada de alerta, los agentes realizaron las gestiones oportunas para poder localizar la vivienda exacta donde se encontraban estas dos personas. Hasta el lugar del suceso se dirigió una patrulla policial, sin embargo, los policías no lograban contactar con sus moradores pese a las insistentes llamadas al timbre y al teléfono de uno de ellos.

Los agentes, que incluso intentaron sin éxito hacerse con un juego de llaves del domicilio a través de los vecinos del inmueble, decidieron derribar la puerta de la vivienda ante la urgencia que requería la intervención. Al entrar, encontraron a la pareja en dos sillones situados en el salón de la casa en estado de inconsciencia, por lo que reclamaron la presencia de los servicios médicos al lugar de los hechos.

Mientras llegaban los servicios sanitarios, los policías comprobaron que ambos tenían el pulso débil y los colocaron en posición lateral de seguridad para realizarles diversas maniobras de estimulación durante unos 20 minutos que fueron «determinantes» para que siguieran con vida hasta la llegada de los médicos. Más tarde, los agentes hallaron en el suelo del domicilio diversas cajas de medicamentos vacías.