El cansancio empieza a hacer mella entre los emeritenses después de cinco días de fiesta y pensando en lo que todavía queda. Aún así, todavía hay quien sale, sobre todo a las calles del centro de la ciudad, donde algunos locales se llenan al mediodía. También el recinto ferial cuenta con adeptos. Ayer, la mayor presencia fue de políticos, ya que tanto los militantes del PSOE como los de Izquierda Unida comieron y bebieron.

Había expectación en los círculos políticos el día después de que Manuel Cañada anunciara públicamente su dimisión como coordinador regional de IU y como diputado. En una esquina el propio Cañada, sentado al lado del concejal de Badajoz Manuel Sosa, al otro Teresa Rejas, una de las candidatas a suplirle y que antes de sentarse a comer debatió a solas con el exlíder de IU.

Cañada recibió numerosas muestras de cariño, incluso de la oposición, como el caso del concejal del PP Luis María González, que se acercó a saludarle.

Apenas a veinte metros, en la caseta del PSOE hacían lo propio buena parte de los miembros del Gobierno autonómico, que comentaban también el paso dado por Manuel Cañada.

Para quien no quiso comer en el ferial, tenían la opción de hacerlo en la calle Arzobispo Maussona, donde invitaban a garbanzos. Con el estómago lleno, algunos acudieron por la tarde a los toros y otros prefirieron echarse la siesta para continuar la fiesta por la noche hasta altas horas de la madrugada, a la espera del día de hoy, fiesta local.