El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Mérida ha indicado que el alcalde, Ángel Calle, "debería implicarse más" para impedir el cierre de la planta de Repsol en la ciudad, ya que se trata de un conflicto que "dejará a cien trabajadores en la calle y probablemente ocasionará problemas de abastecimiento de butano". El PP considera que no son suficientes "los lamentos" de Calle por el cierre de esta factoría ante el futuro que espera a la familia de esos trabajadores y ante los problemas de suministro de gas que pueden sufrir los emeritenses. En este sentido, los populares recuerdan que Ángel Calle, cuando era candidato a la Alcaldía en la pasada campaña electoral, "no tenía reparos en afirmar que ninguna gran empresa se iría de la ciudad y que pondría en marcha una política industrial que hiciese atractivo al empresario estar instalado en Mérida". Por ello, consideran insuficiente su entrevista ayer con los responsables de Repsol y le instan a que "ponga en marcha esa 'atractiva política industrial' y no se lamente". De lo contrario, según el PP, se deberá pensar que "una fábrica más cierra en Mérida", un problema al que se sumaría el "casi centenar de personas que se han quedado en la calle por el cierre de la ciudad deportiva y todavía no sabemos qué pasará con los trabajadores de la fábrica de grasas en un futuro inmediato".