La compra de la plaza de toros de Mérida ha sido una cuestión perseguida, sobre todo por el anterior equipo de gobierno, que lo intentó en varias ocasiones, y también por los actuales gobernantes locales. En enero del pasado año, los entonces responsables municipales confiaban en alcanzar en el plazo de dos meses un acuerdo definitivo con el propietario del coso, tras varios intentos frustrados. Nada más llegar el PSOE al gobierno, anunció que haría una oferta al empresario para adquirir la plaza. Sin embargo, ya entonces éste no tenía en sus planes la venta. Ahora, el alcalde asegura que el ayuntamiento renuncia a esta adquisición.