Los jóvenes han dejado de hacer botellón en el casco urbano debido a la presión que ha ejercido la policía local desde que entrara en vigor la ley de Convivencia y Ocio del 2003, según informa el intendente mayor, José Ruda.

Mediante los diversos controles realizados en lugares como el parque y la travesía de Alvarez Lencero, la calle Ausonio (cerca del colegio Don Bosco) o las traseras del estadio municipal, la policía ha logrado que el único sitio donde se reúnan los jóvenes sea el recinto ferial, que fue habilitado por el ayuntamiento para que el botellón se pudiera llevar a cabo legalmente y sin molestar a los vecinos de la ciudad.

CONTROLES DE LA POLICIA En el primer semestre de este año se han efectuado 52 inspecciones, y en algunas de ellas, la policía encontró pequeños grupos practicando esta actividad. Sin embargo, el intendente mayor, José Ruda, explicó que cada vez se dan menos este tipo de situaciones, ya que "los jóvenes se han acostumbrado a ir al recinto ferial".

Así, en este lugar, los sábados por la noche en verano suelen reunirse unos 3.500 jóvenes, un número mayor que el del año pasado en estas mismas fechas, cuando algunos emeritenses se resistían a cambiar la calle Anas (junto al río Guadiana) o la plaza de Santa María por un lugar tan alejado del centro.

Ya hace tiempo que los jóvenes comenzaron a congregarse en el recinto. Julia, de 19 años, explicó que el hecho de que los botelloneros , que antes estaban separados debido a que se agrupaban en distintas zonas como la plaza de Santa María o el estadio municipal, se concentren ahora en el mismo sitio, ha contribuído a que el botellón aumente de tamaño en todas las épocas del año, "pero con el calor y las vacaciones se ha notado que acude todavía más gente"

Para velar por la seguridad del gran número de personas que acuden al recinto y vigilar que no se estropee el mobiliario urbano, todos los fines de semana una patrulla vigila la rotonda del Barrio y otros lugares cercanos a este sitio con el fin de controlar los excesos de velocidad y evitar diversos altercados.

El botellón es la principal actividad lúdica que practican los emeritenses los fines de semana, como ocurre en la mayoría de las ciudades de la región. Esto alarma a buena parte de la sociedad, que no sabe cómo actuar. Por ello, organizaciones como la asociación Alternativa joven, han realizado informes en los que se proponen medidas de intervención en positivo entre las que se encuentra el fomento de la cultura de la responsabilidad cívica y social o la propuesta de actividades más atractivas y sanas para el ocio juvenil.