¿Es o no romana la presa de Proserpina? Dar respuesta, o al menos claridad, a esta pregunta es el objetivo del coloquio que sobre este asunto se desarrollará el viernes en el Museo Nacional de Arte Romano.

El debate lo inició el arqueólogo del Consorcio de la Ciudad Monumental Santiago Feijoo, en la presentación del número 8 de la serie Monografías Emeritenses , en las que presentó el trabajo titulado Las presas y los acueductos de agua potable, una asociación incompatible en la Antigüedad, el abastecimiento de Augusta Emerita , donde defendió la tesis de que Proserpina no era romana sino medieval.

A partir de ahí se inició un amplio debate en los medios de comunicación y en los foros de internet.

La controversia se centra en dos aspectos, el tapón encontrado en la base de la presa cuando Proserpina se vació, que tras hacerles las pruebas del Carbono 14 se fechó en que pertenecía a la época del emperador Trajano; y una lápida encontrada en un cortijo y lavadero de lanas del siglo XVIII, junto al espaldón de la muralla.

En cuanto al tapón de madera, de casi medio metro, Feijoo defiende que pudo ser reutilizado y que sólo demuestra que el árbol donde se sacó era de época romana. Respecto a la placa de mármol, perteneciente a un templo dedicado a Proserpina y que apareció junto a la presa, argumenta que también pudo ser reutilizada porque se han encontrado restos de la misma en Mérida y en la iglesia de Santa Lucía del Trampal.

Los que defienden que Proserpina es romana, también se refieren a la lápida de mármol encontrada junto a la muralla con las inscripción: dea Ataecina turobrigensis Proserpina , y al descubrimiento del tapón de madera, de casi un metro de longitud, que pudo haberse empleado para desatascar uno de los conductos de salida, según se recoge en el estudio Arqueología de las presas romanas de España. Los embalses de Emerita Augusta y de sus alrededores .

En el estudio se señala que la prueba de carbono 14 efectuadas sobre el tapón revela una cronología que apunta a la mitad del siglo I d.C.