"Antonio Vélez no soporta físicamente que Ángel Calle sea alcalde de Mérida y el resentimiento es un mal consejero en la vida pública". Así de "decepcionado" se muestra Ignacio Sánchez Amor, secretario general del PSOE de Mérida que responde a las críticas vertidas por Vélez, militante socialista durante 33 años y alcalde de Mérida desde 1981 a 1995, al comunicar su baja del partido por no estar de acuerdo con la política que están llevando a cabo los socialistas emeritenses y, sobre todo, por el apoyo a la instalación de una central térmica en las inmediaciones de la capital extremeña. Sánchea Amor insiste en que Vélez ha sido "desleal" con él y "desohesto con el partido", aludiendo a las manifestaciones del exalcalde emeritense que ha dicho que se sentía "ninguneado" en sus opiniones y que la actual cúpula socialista "se ha olvidado" de históricos de su partido en la ciudad. "Yo personalmente", reitera Sánchez Amor, "le he atendido siempre que me ha llado y he tenido dos tipos de conversaciones, largas y larguísimas". Es más, indica, "ha sido presidente de mi ejecutiva local", además de haber estado ocho años como alto cargo de la Junta tras abandonar la Alcaldía emeritense. En su opinión, lo único que busca Vélez haciendo pública su baja y con sus argumentos es "hacer daño al PSOE, hacer mucho ruido e indica alguna intención posterior", y señala que como otros dirigentes socialistas históricos en Mérida como Juan Manuel Romera "cuando no mandan en el PSOE acaban en el olvido".