Hoy se presentan en el Cafetín del teatro López de Ayala de Badajoz, con motivo de la Feria del Libro, las obras completas de mi padre, Jesús Delgado Valhondo.

Que las obras completas vieran la luz era su deseo. Hace años se publicaron por la diputación provincial. Se agotaron. Se han ampliado, cuidado y trabajado con sumo mimo. Tres volúmenes donde se recogen toda su poesía. Hace falta su prosa: artículos y libros de cuentos. Deben ver la luz lo antes posible. Para esto debe funcionar la fundación que con su nombre se ha creado.

El profesor de Literatura emeritense Antonio Salguero ha sido quien ha llevado este trabajo. Hizo su tesis doctoral. Charló con mi padre de lo divino y humano. Horas, días y meses en el despacho juntos. Se confesaron. Le ha costado años, algún que otro disgusto pero se ha visto recompensado con estas publicaciones. Ha merecido la pena.

Para la familia es un día inolvidable. Y para amigos como Jaime Alvarez Buiza, que lo recuerda siempre. Un motivo más Jaime para tomar un tinto y recordarlo. El consejero de Cultura, Francisco Muñoz, presidirá y cerrará el acto.

Bajaré desde la plaza Alta con mi padre de tomar una copa con peces fritos del río Guadiana. Le encantaba. En el bar Briz, Antillano o Casa Benito de Mérida pedía ranas y pajaritos fritos. Ya no. Los han prohibido. Los grupos ecologistas dicen que es pecado medio ambiental. Todo lo bueno se acaba.

Con Juan Antonio Cansinos consumieron, en su totalidad, el premio literario que le dieron a Manolo Martínez Mediero. Buen trío literario.

Con el alcalde Manolo Rojas está presidiendo la corte celestial y contándole a San Pedro un chiste de gitano. Pasean recuerdos. Ya son demasiados los contertulios.

Mi padre puede sentirse satisfecho de su familia, amigos y de las ciudades donde estuvo. Se le recuerda con cariño. Badajoz se lleva la palma. Gracias. ¡Qué a gusto me siento!