Miguel Padilla, de 54 años, es el nuevo director de la UNED. Viene de Madrid de dirigir un centro con más de 40.000 alumnos a otro, como el de Mérida, con unos 3.000. Licenciado en Psicología, trabajó en la Universidad Complutense entre 1974 y 1981, desde entonces está en la UNED, donde ha ocupado los puestos de director de los centros de Madrid y Segovia y ha sido vicerrector, entre otros puestos.

¿Cuando le propusieron ocupar la dirección de la UNED le sorprendió, se lo pensó mucho?.

--Siempre había manifestado de forma informal que quería venir a Mérida, ya que mí mujer es extremeña, de Guareña, y paso grandes temporadas aquí. Tenía mucha ilusión en poder aportar mí experiencia y ayudar a que esto, si cabe, funcione mejor, porque estoy muy agradecido con Extremadura.

Aunque es pronto, ¿se ha marcado ya algunos objetivos?.

--La infraestructura siempre es mejorable, pero este centro está bien, siempre y cuando no crezca. Si crece demasiado será cuestión de buscar alguna solución, eso siempre es bueno. Yo lo que quiero es aportar ahora es más calidad, no es que no haya habido hasta ahora, pero tenemos la obligación de ofertar cosas nuevas, Una de ellas será una serie de cursos de formación específica para los sectores de la sociedad que lo demanden.

El alumno de la UNED es diferente al de una universidad presencia, y parece que necesita un mayor esfuerzo.

--Si no tuvieramos una UNED habría que crearla. El modelo educativo a distancia, que tiene parte presencial, es un modelo que tiene éxito porque responde a las demandas formativas y a las circunstancias que recurren en la ciudadanía. Si una persona estudió, hoy día tiene que actualizarse por muy buenas notas que sacara en su día y cómo lo hace, tiene un modelo compatible con sus obligaciones, con su situación familiar y personal, que organizándose puede hacerlo.

¿La UNED se está sabiendo adaptar a las nuevas tecnologías.

--Sin duda, se está adaptando y además de una manera rápida, porque las nuevas tecnologías son necesarias, pero no solo tiene nuevas tecnologías, sino que compatibiliza con la parte presencial. El alumno necesita también de salir de su entorno, comunicación con compañeros y eso lo adquiere en la UNED a través de grupos de trabajo y de las tutorías.

¿Hay suficiente población en Extremadura para ampliar el número de alumnos y crecer?..

--Sí, ya que en la medida que hay oferta, los alumnos se van adaptando. Ante los estudios eran más clásicos, Filosofía y Letras, Filologías, Derecho, se sigue con eso porque son necesarias, pero ahora hay estudios más modernos y actualizados.

A la hora de elegir nuevas carreras, ¿se piensa en el entorno y las necesidades?.

--Si, pero la selección es natural, aquí nosotros ofertamos, pero quien establece que haya estudios es la sociedad, que no está dirigida y no se equivoca.

¿Qué le diría a una persona que se quiere apuntar a la UND pero duda porque no va poder?.

--Lo primero que tengo que decirle es que no es fácil. Pero si el quiere hacerlo lo puede hacer, no hay ningún problema con un poquito de organización más que de esfuerzo. Pero seguramente esa persona que se va a acercar a la UNED ya conoce de las dificultades de la vida y eso es importante. Y que es muy gratificante. El conocimiento ha medida que se va adquiriendo es como una droga que nos cautiva. Es como la lectura, cuando uno le saca placer no hay quien le quite de ella.