Tras varios meses de parón, los trabajos de excavación del Peristilo del Teatro Romano han vuelto a reanudarse. Dichas obras se enmarcan dentro de un proyecto Mecenas que quiere recuperar en su totalidad este pozo que servía en su época para el riego de los jardines del Teatro, una función que volverá a desarrollar una vez finalicen los trabajos de excavación.

Además de este sentido práctico, con las obras también se espera recuperar piezas de tipo escultórico y epigráfico que se habrían arrojado al pozo en torno al siglo V, "siglo de invasiones", cuando los ciudadanos "colmaban los pozos echando cosas a ellos". Así lo ha explicado a este medio el director del Consorcio Monumental de Mérida, Miguel Alba, que avanza que con la aparición de piezas podría conocerse por qué a algunas esculturas le faltan las extremidades. "En alguna parte tienen que estar. Sabemos que estamos en el siglo VIII por el tipo de objetos que han caído al pozo. Hay que seguir bajando y pensamos que pueden aparecer piezas escultóricas y de decoración de tipo conmemorativo que estarían en el peristilo del teatro. Quién sabe si del frente escénico también, o del aula sacra lo que falta, las esculturas, inscripciones- Si no aparece nada, al menos conoceremos mejor la características constructivas del pozo y tendremos agua para regar los jardines, por lo que tiene sentido práctico", destaca.

Las primeras excavaciones en el pozo del Peristilo comenzaron hace casi un año, el 1 de mayo del 2014. Al frente de la obra está el arquitecto Santiago Feijoo, que además de los operarios especializados en este tipo de trabajos, cuenta ahora con nueve universitarios en prácticas. Aunque no se conoce la profundidad total del pozo, hasta el momento se han alcanzado casi los 15 metros, por lo que ya "se puede ver la forma del pozo hecha con ladrillo romano de muy buena fábrica y después, a una profundidad considerable, la pared rocosa", explica Alba.

Otro de los proyectos en los que trabaja el Consorcio es el del Centro de Interpretación de la Basílica Santa Eulalia, que podría estar finalizado entre los meses de mayo y junio de este año. Consiste, según ha expresado el propio director, en una ampliación de la información del centro de interpretación, poniendo énfasis en la importancia del sitio. "Hay una obra del siglo VI y VII que va a recoger en la panelería textos de "La vida de los Santos Padres de Mérida", que habla de la época de la Mérida visigoda, en la zona donde está el hornito". También se preparará la pavimentación del Humilladero y se reforzarán las indicaciones para llegar al lugar.

En el interior se está realizando ya una pequeña modificación en los jardines para llamar la atención de que la iglesia visigoda se conserva en pie, un nuevo aseo y una taquilla con visión a la zona de jardines.

Este refuerzo, adelanta Alba, tendrá mucho que ver con la publicación de una guía sobre la Mérida paleocristiana y visigoda y el Centro de Interpretación que se va a hacer en la Puerta de la Villa, que explicará la Mérida del siglo IV hasta los mozárabes. "Reivindicamos que Mérida es lugar más importante de peregrinación en época paleocristiana y visigoda y ese foco debe ser recuperado. Estamos en conversaciones con la iglesia y vamos a fomentar ese aspecto".

Aunque el montante total no se conoce aún, el presupuesto estimado por los arquitectos para la Cripta de Santa Eulalia asciende a 31.015,70 euros. La mano de obra la aporta el Consorcio.