La burbuja inmobiliaria no ha hecho mella en las arcas locales. Al menos, no en la recaudación por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), cuyos ingresos no han dejado de crecer en los últimos cinco años a pesar de las consecuencias de la crisis económica o la bajada de tipos aplicada en la anterior legislatura. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda, los emeritenses pagaron en el año 2015 un total de 14,1 millones de euros por este concepto, casi cinco más que en el 2010, cuando la recaudación alcanzó los 9,3 millones.

El impuesto de bienes inmuebles grava la propiedad inmobiliaria y es ‘la joya de la corona’ de las arcas locales. Supone casi un tercio de los ingresos de los municipios y es uno de los tributos más estables del sistema español. De hecho, pese al estallido de la burbuja inmobiliaria, en el periodo analizado el número de recibos emitidos por IBI urbano no ha parado de crecer: de los 39.679 que se giraron en el año 2010 se ha pasado a 43.313 en la actualidad. Un incremento del 9% (hay 3.634 nuevos contribuyentes) que sin embargo es muy inferior al 51% que han crecido los ingresos obtenidos por este tributo.

En el caso de Mérida el incremento de la recaudación ha tenido un impacto de 4,8 millones de euros sobre los contribuyentes. Y es que según los datos de Hacienda, los ingresos por este concepto no han dejado de crecer en los últimos cinco años hasta alcanzar su récord en 2015 con 14,1 millones de euros. Solo en 2014, cuando se ingresaron 13,4 millones, se aprecia una ligera rebaja de 100.000 euros respecto a la recaudación del año precedente.

NUEVA PONENCIA / Y todo ello a pesar del estallido de la burbuja y la paralización del mercado inmobiliario (en estos años se han vendido menos pisos y también sus precios han bajado), la rebaja de tipos aplicada en la anterior legislatura o la nueva ponencia del Catastro, cuyos efectos positivos han comenzado a notarse en los recibos de este año con rebajas en para los afectados por los errores catastrales de la anterior.

Así, de acuerdo a los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en la actualidad el recibo medio del IBI se sitúa en Mérida en los 325 euros, cifra que ocupa un puesto intermedio en comparación con el resto de ciudades extremeñas: los emeritenses pagan menos IBI que los residentes en Badajoz (367 euros de media) pero más que en Cáceres (267) y Plasencia, donde el recibo medio se sitúa en los 179 euros, según la estadística estatal.