TLta puesta a punto de la Plaza de Toros de Mérida ha supuesto mucho más que eso, que ya es bastante. La Plaza de Toros no sólo necesitaba un lavado de cara, sino una profunda transformación que la devolverá, en un futuro no lejano, al 'tronío' del que en su día gozó como coso puntero en el mundo taurino.

La Plaza de Toros necesitaba convertirse en punto de encuentro de los emeritenses. En foro de reunión, de convivencia, y disfrute de la exquisita y tan apreciada gastronomía extremeña. Largo ha sido el proceso que la ha llevado a volver nuevamente al pueblo de Mérida porque, aunque la centenaria Plaza estaba ahí... no estaba.

Y ha vuelto a la vida, y los bajos de los tendidos se han convertido en espacios para el ocio y la diversión en un exquisito ambiente, muy cuidado y nada recargado, que le convierte en un espacio que, más que agobiar por su presunta estrechez (que no es tal), atrae enormemente. La iniciativa, valiente y arriesgada, va tomando forma y el motor del recinto ya está en marcha. Todos los locales ocupados en su apertura avalan un proyecto que, por otro lado, genera riqueza y empleo.

Y también nuevo aliciente para el turismo que, como no podía ser de otra manera, darán buena cuenta de nuestra gastronomía y disfrutarán de la historia taurina de Mérida gracias a la generosidad de los buenos taurinos emeritenses como la familia Picarzo que, con orgullo, ha aportado a Mérida esta parte de su historia particular que, en definitiva, es la de todos, o la gran taurina Mamen Gil .

Por tanto, recuperando los espacios vamos encontrándonos con nosotros mismos. Con las raíces de una Mérida que, cada septiembre, hacía hervir esa plaza y colapsaba la calle Oviedo. No serán solo toros lo que se disfrutará en el ruedo. Pases de moda, conciertos, cine de verano, celebraciones privadas... sin duda un espacio multiusos cuyo propietario, Vicente Elices , pone al servicio de los emeritenses. Además, se recuperarán tradiciones y haremos otras nuevas. ¿Un festival taurino en Santa Eulalia? Parece que ya suenan los clarines.