Un catálogo reunirá todos los edificios de la ciudad que en si mismos o en su interior contengan algún valor patrimonial, con el fin de establecer un criterio en el orden de evacuación de las piezas en caso de que se produzca un incendio, un derrumbe, o cualquier otra situación de emergencia que requiera la intervención de los bomberos.

Con este registro, que elaborarán técnicos del parque de bomberos y del ayuntamiento, se pretende que en caso de rescate, y en la medida en que las circunstancias lo permitan, se salvaguarden las obras de mayor valor patrimonial.

Esta novedosa medida se conoció ayer en el marco del curso Intervención de Extinción de Incendios en el Patrimonio Histórico que durante toda la semana se viene desarrollando en la ciudad. Gracias a este seminario los bomberos han recibido nociones sobre como tratar, transportar y proteger piezas de valor cultural, ya sean cuadros, esculturas, monedas o cualquier otro elemento patrimonial. Este curso fue organizado por el Grupo de Ciudades Patrimonio para tratar de evitar situaciones como la destrucción del edificio del Obispado de Tenerife en La Laguna en 2006, donde un incendio destruyó en cinco horas el edificio del Obispado de Tenerife, una construcción barroca del siglo XVII que albergaba en su interior numerosas obras de arte que se perdieron para siempre.

Los participantes realizaron ayer un simulacro para poner en práctica todo lo aprendido.