La lucha por el reconocimiento de la capitalidad ha sido larga en Mérida, que ha visto cómo sus reivindicaciones se quedaban en una simple "tormenta de verano" mientras otras ciudades españolas de rango similar como Santiago de Compostela, Vitoria, Palma de Mallorca o Pamplona sí obtenían de sus correspondientes gobiernos autonómicos el reconocimiento legal por su estatus.

Fue Antonio Vélez (entonces alcalde con el PSOE) quien en junio de 1992, siguiendo el modelo de Santiago de Compostela, pidió formalmente un estatuto de capitalidad para Mérida, si bien meses antes ya Juan Ignacio Barrero había puesto sobre la mesa la necesidad de dotar a la ciudad de "un plan especial" por su condición capitalina. El PP e IU, con Pedro Acedo y Angel Calle como respectivos portavoces, aceptaron de buen grado la propuesta, que sin embargo no gustó al presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. "Si la capitalidad cuesta a Mérida, me llevo la sede de la Junta de Mérida y santas pascuas", declaró el expresidente en julio del 96.

Un mes antes de pronunciar Ibarra estas palabras, que tuvieron gran repercusión en la ciudad, Vélez había rechazado en el pleno municipal una moción presentada por el PP sobre la cuestión alegando que era "inoportuna" porque antes había que estudiar el texto aprobado en Galicia.

Como predijo Acedo, finalmente la cuestión se quedó "en una tormenta de verano" y no fue hasta agosto del 95, ya con el popular en la Alcaldía, cuando volvieron las reivindicaciones. El vicepresidente de la Junta, Carlos Sánchez Polo, insistía en que era "insolidario". En septiembre, los alcaldes de Badajoz y Cáceres, Miguel Celdrán y José María Saponi, muestran su conformidad con la aprobación del estatuto de capitalidad.

En febrero del 97, en las I Jornadas Iberoamericanas de Capitales de Comunidades Autónomas celebradas en Logroño, estas ponen de manifiesto sus problemas comunes, que pasan por la falta de recursos y medios suficientes para asumir las responsabilidades capitalinas. En abril, Acedo vuelve a reclamar el texto en base a estas conclusiones. En mayo, la asociación ciudadana Emérita Nostra se lo pide a la presidenta de la Asamblea, Teresa Rejas, justificando en que el texto "es necesario para avanzar en un nuevo concepto de región que ponga fin a localismos estériles que solo traen más pobreza".

Las reivindicaciones continuaron hasta el 2003, año en el que se elaboró un primer borrador que nunca llegó a la Asamblea. En 2007, ya con el PSOE, Calle se lo reclamó al presidente Guillermo Fernández Vara en una ocasión, pero no fue hasta agosto del 2011 cuando, en una visita institucional al Ayuntamiento de Mérida, José Antonio Monago confirmó a Acedo, de nuevo en la Alcaldía, que el texto sí sería una realidad.