El Patio Noble de la Asamblea de Extremadura acoge la exposición 'El camino de la vergüenza', una recopilación de 50 imágenes captadas por la cámara de la fotoperiodista Mai Saki, afincada desde hace años en Badajoz tras su periplo por los campos de refugiados de Idomei, la isla de Lesbos o las fronteras de Macedonia. La muestra, inaugurada ayer, ha sido financiada por el sistema de crowdfunding .

Para Mai Saki, "cada imagen es un grito de dolor, una voz que se rebela contra la extrema crueldad" de una experiencia que la ha marcado, y sobre la que ella misma confiesa que se sintió "sobrepasada" porque ni las palabras, ni siquiera las imágenes, alcanzan a describir el drama que viven los refugiados. En Idomei, por ejemplo, "lo que llueve es desolación y vergüenza" y el barro que pisan los refugiados es el que está enterrando los ideales europeos de solidaridad, humanidad y justicia, explica la fotógrafa.

Por ello, aunque reconoce que una imagen apenas alcanza a describir lo que ocurre, ya que cada fotografía solo es un instante en una vida rota, Saki busca que al menos ese instante "nos agite la conciencia, nos incomode y nos persiga para que no podamos dejar de reflexionar". Tras el horror de la guerra, Europa recibe a los refugiados con "muros y hacinamiento", por lo que, según la fotógrafa, "basta con ver la mirada de los niños para que nos preguntemos cómo hemos podido tolerar que se acumule tanta tristeza". La muestra, por tanto, "no pretende que conozcamos qué ocurre con los refugiados, sino que reflexionemos sobre qué nos está ocurriendo a nosotros, cómo podemos consentir lo que está pasando".