El joven de 18 años Rubén Barragán, que estuvo desaparecido cuatro días la semana pasada, ha declarado a la policía que fue secuestrado por dos desconocidos. Además indicó que los raptores exigieron el pago de 300.000 euros por su liberación.

Por su parte, el inspector de policía Luis López, encargado de las investigaciones, afirmó ayer que no hay muchos datos objetivos que demuestren que la desaparición se trate de un secuestro. La policía se inclina por un abandono voluntario del hogar por motivos personales.

También señaló que durante el interrogatorio, el joven aportó pocos datos y que sus declaraciones no sirvieron de ayuda.

Rubén Barragán desapareció de su casa el martes día 21. Sus padres pusieron la denuncia el miércoles. Ese mismo día, el joven mandó un mensaje desde su móvil al de su hermano informando que había sido secuestrado. Fue la única vez que contactó con alguien durante su desaparición.

La policía inició la investigación en el entorno familiar y entre sus amigos. Los primeros resultados descartaban un secuestro, pero siguió investigando por si acaso.

En la madrugada del viernes, el joven llamó al 112 anunciado que había sido liberado en el kilómetro 334 de la N-V.