Mérida abrió ayer la Sala Decumanus, que se ubica en la esquina entre la calle Santa Eulalia y la Puerta de la Villa, lo que en la época romana fue una de las principales puertas de Emérita Augusta, el Decumanus Máximus. Este espacio contiene numerosos restos arqueológicos y se recupera ahora para actividades culturales y, en general, sociales.

Así lo explicó, entre otros, el director científico del Consorcio de la Ciudad Monumental, Miguel Alba, que participó en el acto de inauguración de una instalación cuyo solar se excavó en los años 80 y donde se halló la calle romana, entonces y hoy la principal de la ciudad. En este sentido, Alba explicó que la trama urbana de Mérida está "fosilizada", es decir, que la actual estructura de las calles y plazas es similar a la de hace 2.000 años, por lo que en su visita se puede comprobar cómo funcionaba una urbe romana.