El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha nombrado vicepresidente de su gobierno a Ignacio Sánchez Amor.

La historia de la familia de este flamante vicepresidente es de antaño. Hemos podido recuperarla gracias a la prensa de finales del siglo XIX y comienzo del XX.

Su bisabuelo, Tomás Lancho Sánchez, era el dueño del comercio La Verdad, en la calle San Francisco, un personaje muy apreciado y querido en la ciudad, concejal republicano con el alcalde Antonio Pacheco y Lerdo de Tejada, fundador y tesorero de la Cruz Roja; fundador con otros más de la Sociedad del Liceo y de la propia sociedad que tenían los republicanos, La Tercia, en la calle Bastimento. Se casó con María Sánchez Calvo y su hija, Visitación Lancho, contrajo matrimonio con Ventura Amor, un joven escritor que obtuvo el primer premio de novela en los Juegos Florales de 1922, le regalaron una precioso cuadro de plata de la Ultima Cena que está en poder de la familia.

De este matrimonio nació en Mérida Rocío Amor Lancho, que casó con un cacereño de Jaraíz de la Vera, José Luis Sánchez Labrador y, nació Ignacio Sánchez Amor. Su vinculación con Mérida no tiene la menor duda, y con Jaraíz.

Nació en Cáceres. Estudió Derecho en Madrid y se especializó en Derecho Constitucional y Ciencia Política. Ganó las oposiciones a Letrado de la Junta de Extremadura con el número uno, donde desempeñaba el cargo de Director del Gabinete de Presidencia y del Gabinete de Iniciativas Transfronterizas.

Siempre estuvo a las duras y a las maduras. Apunto de ser candidato a la alcaldía de Mérida. Es Secretario General de la Agrupación Socialista de Mérida. Habla inglés, francés y portugués. En más de una ocasión hemos dedicado esta columna a Nacho, por algo sería. Enhorabuena.