La festividad de Santa Bárbara, el día cuatro de diciembre, en Mérida, fue uno de los acontecimientos más importantes de la ciudad. Toda ella estaba involucrada.

Los artilleros han sido una parte importante de la familia emeritense y, aunque la festividad se haya perdido de forma definitiva con el traslado del cuartel Hernán Cortés al destacamento de Bótoa, en Badajoz, queremos recordar cómo se celebraba en Mérida, y ya que formó parte de nuestra historia tenerla presente para futuras generaciones y puedan leer en las hemerotecas como Santa Bárbara era todo un símbolo de la augusta ciudad.

LA MARCHA Por Orden del Teniente Coronel Jefe del Estado Mayor del Ejército, en relación con las adaptaciones orgánicas a que dan lugar la aplicación del Plan Norte , el Grupo de Artillería de Campaña Autopropulsado XI (Gaca ATP XI), recibe la orden de trasladarse en el 2º trimestre de 1997 a la Base Militar de Bótoa (Badajoz), en donde quedará acuartelada formando parte y en unión de las demás unidades que forman la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI .

Con esta marcha se cierra un ciclo de ochenta años de presencia militar en Mérida y que como epílogo recoge su último teniente coronel jefe del Grupo de Artillería XI, Jaime García de Castro.

LA FESTIVIDAD La prensa local de los años veinte no recoge esta festividad. En los años treinta, al desaparecer el regimiento de la ciudad y no volverse a integrar hasta 1939, no hay, se toma como primera fecha de su celebración 1940. Estos años de posguerra son duros para todos, pero al llegar la festividad de Santa Bárbara se hacen todos los esfuerzos posibles para que los oficiales, suboficiales y tropa tengan unos días de festejos con motivo de la patrona de Artillería.

En 1948, el día anterior a Santa Bárbara, el regimiento de artillería XII despierta con diana floreada , suelta de globos, cohetes, una impresionante traca que se oye en toda la ciudad y su teniente coronel, Narciso Rodríguez Ramírez, que después llegaría también a ser alcalde, hace que esta festividad se celebrara por todo lo alto. Se hace en la tarde anterior una corrida de toros participando los artilleros Florentino Barrena y José Ortega. En la noche, y en el cine María Luisa, se celebra una velada artístico-musical con participación de toda la tropa y sus familiares. En la Sociedad Liceo un banquete donde asisten las autoridades civiles y militares, entre los que se encontraba el alcalde, Francisco Babiano. Se celebra un partido de fútbol en el campo de La Antigua entre los soldados de Artillería de Mérida e Infantería de Badajoz, ganaron los artilleros por seis a uno.

Por la noche, y en el Círculo Emeritense, baile de gala para los oficiales y en el Liceo para los suboficiales.

En 1950 sigue de coronel, Narciso Rodríguez, y como alcalde, Francisco Calderón, diciendo la misa el arcipreste, Carlos J. Alonso y Rojas, en la iglesia de Santa Eulalia con asistencia de autoridades militares provinciales y locales, autoridades civiles y religiosas con toda la ciudad para presenciar, no sólo en acto religioso sino la parada militar y el desfiles que se hace en la puerta de la parroquia de Santa Eulalia.

En esta década se hace también, en determinados años, la parada militar en la plaza de España donde los artilleros se lucían más y los familiares estaban en primera fila en todo el recorrido. La banda de trompetas y tambores sonaban en toda la ciudad, que se volcaba con sus artilleros, que muchos de ellos eran sus hijos, hermanos o novios.

Santa Bárbara es historia de Mérida. No se tienen datos de los años veinte y en la década de los treinta el cuartel estuvo sin presencia militar. Durante los años 1940-1997 se celebró la patrona con toda solemnidad en una simbiosis perfecta entre los artilleros y el pueblo de Mérida.