Los recuerdos al llegar esta época de la festividad de Santa Bárbara no se nos olvida. Nació mi hermana Gloria. Conocí a mi mujer cuando con sus dieciocho años se vistió de largo. Los festejos en el cuartel Hernán Cortés de los artilleros era una participación ciudadana en toda regla. Desfile militar en la plaza de España, los festejos en el acuartelamiento y para los oficiales cena y baile hasta la madrugada.

Con Sancha Bárbara se anunciaban otros festejos en la ciudad. Visita a las Madres Concepcionistas donde la primera autoridad renovaba el voto de la Inmaculada Concepción antes de hacerse dogma de fe, hace 382 años. El día diez, la festividad de Santa Eulalia y, en pocos días, la Navidad.

El cuartel, nuestro cuartel, ha desaparecido. No luchó la ciudad por su permanencia. Ni unos ni otros. Y el cuartel lo barrieron. Recuerdo la última festividad y guardo la invitación del teniente coronel jefe del Grupo de Artillería de Campaña Autopropulsada XI Jaime García Castro; la primera vez que se celebró en Botoa, donde nos invitaron a dar una conferencia y así recordar más a Santa Bárbara por parte del teniente coronel José Luis Berzal Hernando y este año también nos ha invitado el teniente coronel Manuel Vázquez Mateos a la misa, parada militar y vino de honor que se celebra hoy en la base ´General Menacho´ en Botoa.

El recuerdo a Mérida siempre está presente y son muchos los militares que recuerdan su paso por esta ciudad como Manuel Periañes, Jorge Torres Columbrí Maderas y miles de artilleros que hicieron el servicio militar en este cuartel, como mis hijos Fernando y Adolfo y, como por motivos de salud no pude terminar mi servicio militar y tener que hacerlo en el hospital militar de Badajoz en el castillo que hoy es biblioteca y con algunas facultades, juré bandera en la última celebración con el desaparecido y amigo el coronel Nemesio Carrasco. Les deseamos a los artilleros que pasen un día como ellos y sus jefes se merecen.