"Se me hace la calle muy grande, no sé andar solo y aquí es como domesticar a un animal". Así explica César las razones que le llevaron al Centro de Transeúntes Padre Cristóbal. Tiene 41 años y es natural de León. Estuvo cumpliendo condena en la prisión de Lérida y el destino le llevó a deambular por Madrid y Plasencia hasta llegar al centro. Ahora mira al futuro esperanzado y asegura que el trato que recibe en el centro es "encantador".

Dotado de 28 plazas, acoge y ofrece una atención integral a las personas sin hogar. A lo largo del 2010, el centro tuvo una media de 25 acogidos por día, lo que suponen 9.284 estancias. Además, prestó casi 33.800 servicios de alimentación -entre desayunos, comidas, meriendas y cenas--. "Hemos notado un aumento importante de las personas que buscan acogida", señala su coordinadora, Matilde Matas. Además, destaca que "cada vez llegan personas más jóvenes que se han quedado en el paro". Los hombres son mayoría, 504 frente a 51 mujeres, según datos de enero a octubre del 2010. Del total, 142 son extranjeros, sobre todo portugueses, polacos o rumanos.