El Ayuntamiento de Mérida ha sido condenado a pagar íntegramente horas extraordinarias que realizaron un grupo de trabajadores entre el 12 de mayo y e 29 de junio del pasado año. Lo que pretendía el consistorio a través d una resolución firmada por el concejal de Recursos Humanos, Juan Espino, era compensar una parte de estos servicios extraordinarios con días de descanso y otra parte con dinero, pero para el grupo de afectados "esa resolución contradecía lo que había pactado pues se prometió el cobro íntegro de todas las horas extraordinarias que se realizaran", por lo que el CSI-F presentó un recurso al Contencioso Administrativo.

La sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo ha estimado el recurso presentado por CSI-F obligando al consistorio a abonar las horas extras a los afectados. El gobierno local "acata, como no puede ser de otra forma, las sentencias judiciales firmes y procederá en breve a su ejecución abonando una gratificación por servicios extraordinarios". Asimismo considera que "no parece que en estos tiempos de crisis se pueda obligar a indemnizar a unos trabajadores con hasta 6.000 euros". "A criterio de este ayuntamiento ha habido un evidente abuso de confianza y de buena fe", señala.

En relación al contenido de la sentencia, tanto el Magistrado como los trabajadores públicos afectados consideran que "el compromiso del Concejal de abonar las horas extraordinarias influyo decisivamente en la voluntad de los recurrentes a la hora de hacerlas y generó en aquellos la legítima expectativa y confianza de que las mismas les serían abonadas".

Por su parte el Gobierno local señala que "su voluntad siempre fue cumplir con la Ley, entendiendo que era de justicia el que una parte se abonara en tiempos de descanso y otra parte se abonara económicamente, al tiempo que se establecían turnos de descanso que en todos los casos eran de varias semanas".