Descubrir las piezas museográficas a través de las grandes películas del género histórico. Este es el objetivo de ‘Cine, Arte y Mvseo’, una singular iniciativa puesta en marcha por el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (MNAR) que propone una visita guiada por las salas de la exposición permanente para conocer las obras en relación con el séptimo arte. La actividad se inició el viernes con un primer pase para un grupo de 25 personas que agotó las plazas y se repetirá el día 17. Finalizadas estas dos sesiones, el ciclo se retomará en otoño para seguir difundiendo el museo desde la óptica de otras disciplinas.

La conservadora del museo romano Pilar Caldera destaca que la base de esta propuesta de carácter divulgativo es ofrecer una doble mirada al participante. «Primero nos acercamos a determinadas piezas del museo, a las personas que hay detrás de ellas para posteriormente ver cómo han sido interpretadas en el cine. Luego hay un feedback sobre cómo el museo ha tomado instrumentos y formas de hacer propias del cine para mostrar sus piezas y organizar sus mensajes», sostiene Caldera. Se trata de ver cómo el mundo del cine mira hacia la antigüedad clásica y al mismo tiempo un museo de antigüedad clásica también mira al cine como instrumento que puede utilizar para conectar con la sociedad.

En el transcurso de la actividad se realiza una visita por las estancias principales del museo con una iluminación singular que destaca las piezas a tratar. La visita tiene dos partes claramente diferenciadas. La primera parte estaría centrada en el conocimiento de la pieza en cuestión y la segunda, en ver cómo ese personaje histórico se ha reflejado en el cine. «Al final es ver cómo museos de muy diferentes tipos, en la forma de mostrar sus colecciones nos recuerdan al cine o son cine en sí mismo», subraya Caldera, que pone como ejemplos «la casa museo de Margaret Mitchell, en Atlanta, unida a Lo que el viento se llevó, o el mundo de Charles Chaplin en la musealización de su casa. «Hay un montón de museos actuales en los que el cine no solamente es una herramienta, sino que es el mensaje en sí mismo», puntualiza la conservadora del museo romano.

En esta primera convocatoria se mostrarán estatuas vestidas de militares para acercar la figura de Máximo a través de la película Gladiator, así como una serie de piezas relacionadas con los aurigas y su vínculo con Ben-Hur, pero no solo con la versión más moderna, sino también con las más tradicionales. «En contraste vamos a ver piezas pequeñas de vidrio, algunas de ellas que tienen connotaciones mágicas y que nos van a acercar a personajes aparentemente no relacionados con ella como Nerón», sostiene Caldera. En definitiva, la finalidad es «mostrar que hay muchísimas formas de acercarse a las piezas de un museo y que te cuentan cosas muy diferentes según la mires». La actividad se retomará en otoño con otras artes y a partir de las personas que asistan a los dos primeros pases se creará un grupo de trabajo para tratar otras películas y reflexiones de cara a las próximas convocatorias.