Los sindicatos CSI-CSIF, Cemsatse, CCOO, SAE y SEP-PALSI anunciaron ayer que pondrán en marcha una campaña de movilizaciones, pitadas y paros parciales en el hospital en defensa de los derechos laborales de los trabajadores del Area de Salud de Mérida. De esta modo quieren protestar por la actitud "despótica" del gerente, Cándido Sánchez, del que piden a la Junta que sea cesado.

Sus representantes aclaran que las movilizaciones no afectarán a la atención sanitaria que se da y que los 1.800 profesionales de este área seguirán atendiendo a los enfermos.

Los trabajadores reclaman un aumento de la plantilla para atender la presión asistencial producida por la gripe, ya que se ven desbordados, y que se pague la productividad a todos y no sólo a una parte de los empleados del centro.

Además recalcaron que se desvinculan de cualquier disputa entre partidos políticos (en alusión a la denuncia de caos sanitario hecha por el PP), ya que, afirman, nadie se ha interesado por la situación que atraviesan.

Por su parte, el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, responsabilizó a los representantes sindicales de haber causado el conflicto.

Según el consejero "el año pasado se ofreció un modelo de productividad nuevo, y hubo determinados sindicatos que dijeron a los trabajadores que no la firmaran. Y llegó fin de año y unos la cobran porque firmaron, y otros no porque no firmaron". Sobre la petición de cese del gerente, indicó que "los sindicatos pueden protestar lo que quieran, pero ni le voy a cesar ni le voy a aceptar que dimita".