Se acabó la chicharra ". Este es el nombre con el que los taxistas conocen a la radio que llevan en sus coches, la molesta emisora que utilizan para comunicarse con sus compañeros y con la central telefónica para atender las peticiones de los clientes. Hoy comienza una nueva etapa para un servicio público, como es el del taxi, que como todos está sufriendo las consecuencias de la crisis, y que debe adaptarse a los nuevos tiempos si quiere sobrevivir a la espera de tiempos mejores.

Para ello, los cuarenta miembros de Radio Taxi en Mérida --Tele Taxi posee las 7 licencias restantes-- estrenan hoy un nuevo sistema de comunicación vía GPS, con el que se proponen mejorar el servicio que prestan a sus clientes, en cuanto a que reducen los tiempos de espera y localizan con exactitud el punto de recogida y destino. Pero también buscan una mejor organización que reduzca los costes, por ejemplo, evitando desplazamientos innecesarios a lugares donde ya hay otros compañeros.

"Pero sobre todo es una ventaja para el usuario", asegura Félix Ugalde, uno de los miembros de Radio Taxi que más se ha implicado en un proyecto en el que vienen trabajando durante el último año. En este tiempo han registrado hasta 16.000 localizaciones diferentes en la ciudad, correctamente identificadas a través de coordenadas. A partir de ahora, cada portal de cada calle, cada esquina, cada negocio, cada cabina de teléfono o cualquier otro lugar desde el que se pueda llamar a un taxi, está perfectamente identificado sin margen de error.

Todos estos datos han sido volcados en un programa informático que es controlado desde Asturias, donde está la central de gestión de la flota de taxis. "La teleoperadora que recoge la llamada de un cliente está en Langreo y no conoce nada de Mérida", señala Ugalde como muestra de la eficacia del sistema. Ante sus ojos tendrá una pantalla en la que visualizará un plano de la ciudad y, gracias a que todos los coches están conectados, se tiene información real de la posición de cada uno de ellos, si está libre u ocupado, el origen y su destino y, a partir de ahí, el programa identifica cual es el coche que va a tardar menos en recoger al cliente.

Una vez que esté totalmente implantado, los coches harán una llamada perdida al cliente cuando quede un minuto para llegar al punto de recogida, para evitar que el cliente espere en la calle los días de frío y lluvia.