La calle Suárez Somonte es una de las vías más concurridas del casco urbano de la localidad. Por el norte linda con las magníficas ruinas romanas, y por el sur encontramos al flamante río Guadiana que baña y da vida al suelo extremeño. Con estos alicientes, la calle Suárez Somonte se convierte en un gran escaparate para el comercio local. Sin embargo, la puesta en marcha de la zona azul ha golpeado duramente a los establecimientos como recalcan sus propietarios. La crisis económica sigue estando presente en la mentalidad de los ciudadanos y los comerciantes solo ganan lo suficiente para mantener sus negocios.

En el número 7 se encuentra una pequeña tienda de telas que abrió sus puertas en 1985 y lleva 30 años al servicio de los emeritenses, el Comercial de las Heras. José Flores atiende a sus clientes, mientras comenta que "la situación no ha cambiado mucho durante los últimos meses, la cosa se mantiene pero con mucha pobreza". "Antes el cliente venía con alegría y se compraba 3 o 4 prendas y ahora nada, lo necesario", declara. Por otro lado, indica "que gracias a los clientes de toda la vida y a su fidelidad, pueden mantener la tienda abierta". Por último menciona que "el ayuntamiento debería invertir algo de publicidad en el pequeño comercio de la localidad".

Unos pasos adelante se ubica Confitería ISI, un local regido por Alicia Rodríguez. En el establecimiento puedes degustar desde las más variopintas golosinas hasta un refrescante granizado. La propietaria comenta "que la cosa está más floja que otros años, hay menos turistas y además, el clima no acompaña pero bueno, seguimos adelante". En cuanto a los aparcamientos, Alicia sostiene que "la zona azul les ha pegado un palo muy grande", y reivindica que el consistorio "debe fomentar el centro de la ciudad para que los padres puedan traer a sus niños porque cada vez se ven menos tiendas por la zona".

Justo enfrente en la esquina se sitúa la parafarmacia y herbolario Elisa de Tena. Alicia Aguirre, dependienta del local, comenta que "la situación va bien, relativamente, es decir la cosa se mantiene". "Los clientes vienen a comprar lo que necesitan, aunque si es verdad que antes no se fijaban tanto en los precios de los productos", dice. Además, explica que "no sabría decir si la zona azul es mala o buena para los comerciantes, algunos clientes dicen que es muy buena porque encuentran aparcamiento y otros que es muy caro". Por último, añade que "el cambio de las consejerías de la Junta al edificio Milenio III si ha supuesto una pérdida de ganancias".