El alcalde ha cargado las tintas en unos pocos y otros las van a ver venir. Y poco más. Robustillos con Educación, Luis María, Universidad; Marta, Juventud; María del Carmen, Limpieza y de la Rubia, Cementerio y Mercadillo. Para un número dos y estrella en las pasadas elecciones tiene pocas responsabilidades...y alguno más, aunque para rellenar lleve Agricultura. Ya me dirán que hace un concejal con la agricultura, como no sea visitar Royanejos para contar las bellotas de las encinas, o Las Rozas para contar los racimos de uvas ...

Y, a Balastegui, ya lo decíamos ayer, es como si en sus buenos tiempos jugará un partido de fútbol y los once salieran a darle patadas en las espinillas, un poco más arriba, en las entrepiernas, y si se descuida algún codazo en las narices, vamos que el pobre no sabe donde se ha metido: Tráfico, Industria, Comercio, Mercado, Ferias y un distrito que es medio Mérida: La Antigua, María Auxiliadora, San Luis, Santa Catalina, San Lázaro, Santa Isabel, San Juan, Santa Eulalia, San Bartolomé, Las Abadías y la Corchera, toda la corte celestial en pleno. Si le salen bien las cosas se tiene ganado el cielo y allí se unirá a estos santos y vírgenes donde tendrá un apoteósico recibimiento.

Y Valdés, el "probe Miguel", a romperse el alma con las instituciones. Los hombres y mujeres fuertes son Gloria, Hacienda; Pilar, Portavoz; Gámez, Urbanismo y Obras y Blanes, de Personal.

Antes eran trece, mal número, aunque es el que hace la mayoría absoluta, pero para quitar la mala suerte, dos más, quince, la niña bonita. Y, dicen que falta un consejero más. ¿Quién será?