Comprometida y gran defensora de los derechos del colectivo LGBT. La fotógrafa emeritense Teresa Rodríguez colabora desde hace varios años con la Fundación Triángulo Extremadura, lo que le ha llevado a ser la autora de la exposición ‘El amor hace familias’, con la que el colectivo quiere reclamar que la diversidad familiar se refleje en todos los ámbitos de la sociedad. La muestra se expondrá en la plaza Alta de Badajoz, del 25 de mayo al 2 de junio.

-¿Cómo vive el activismo?

-Para mí el activismo supone ir con la verdad por delante y luchar por los derechos que les pertenecen a todas las personas. Desde siempre he vivido el día a día con ese compromiso, pero desde que estoy más ligada a Fundación Triángulo me dan más oportunidades de luchar por los derechos, en este caso, de personas LGBT. Cuando mi mujer y yo decidimos ser madres nos pusimos en contacto con Fundación Triángulo y es un orgullo pertenecer a un colectivo con tantas familias.

-¿Cuál es el objetivo de la exposición ‘El amor hace familias’?

-El objetivo de esta exposición es mostrar la diversidad familiar. El lema de ‘El amor hace familias’ hace referencia a que no se necesita nada más que amor para formar una familia. Queríamos visibilizar otros modelos de familias y la diversidad que existe, ya que con ellas convivimos en el día a día. Como nos han vendido un modelo único de familia, no las vemos como tal. Vemos a diario a familias a nuestro alrededor que se salen del modelo tradicional, pero no las reconocemos.

-¿En qué sentido se debe trabajar para una normalización plena de la diversidad familiar?

-Desde la administración pública se debe comenzar a trabajar. Tenemos una Ley LGTBI en Extremadura que fue pionera, pero necesitamos que se implemente y es por lo que ahora está luchando Fundación Triángulo. Hay buena intención por parte de las autoridades, pero queremos que se pase de las palabras a los hechos para que vayamos al mismo ritmo que la sociedad. Pediría un poquito de celeridad a las administraciones. En el tema burocrático queda mucho camino por recorrer, ya que cualquier formulario que vamos a rellenar para nuestros hijos tenemos que adaptarlo a nuestra realidad. Tememos que eso luego pueda dañar de alguna forma a nuestros hijos y que se los excluya de la sociedad.

-¿Qué papel juega la educación?

-El papel de la educación es fundamental para poder avanzar en la normalización. Los niños no tienen ningún problema porque lo asimilan todo de entrada y no ven nada anormal o diferente, el problema está cuando en casa o en su entorno les empiezan a condicionar. Los niños necesitan referentes para sentirse aceptados y la educación es la base. Necesitamos que haya maestros y maestras que estén implicados en esa educación diversa.

-¿Está cambiando la percepción que tiene la sociedad?

-Yo creo que sí. Soy bastante optimista. Conozco a muchas familias diversas y afortunadamente la sociedad va avanzando. Personalmente noto mucho cariño y no he encontrado rechazo, quizás más a nivel institucional. Mi rodaje como madre no llegará a un año y no tengo una larga experiencia, pero si vas con una sonrisa por la vida no puede ir nada mal.

-¿Qué pide al futuro?

-Lo que pido es que todos seamos felices dentro de una sociedad diversa en la que el concepto de familia, en este caso, no esté monopolizado por un único modelo.