La tramitación ambiental de la planta azucarera que la compañía dubaití Al-Khaleej Sugar quiere construir en el polígono industrial ha recibido nueve alegaciones, además de los informes de consultas a las Administraciones Públicas afectadas y a las personas interesadas. Según informa la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, todas han sido remitidas al promotor para su conocimiento y consideración en la redacción, en su caso, de la nueva versión del proyecto y en el estudio de impacto ambiental. El Ejecutivo no detalla, sin embargo, las entidades o personas que han formulado estas alegaciones ni a qué hacen referencia.

Cabe recordar que la azucarera que planea sobre Expacio Mérida lleva a aparejada una inversión de 400 millones de euros y generaría 200 puestos de trabajo directos, a los que habría que sumar unos 2.200 indirectos. Para favorecer su instalación en la ciudad (los promotores barajan Reino Unido como posible ubicación, además de Mérida), el Equipo de Gobierno aplicará a la planta una bonificación del 95% en el ICIO (Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras) y del cien por cien en el IBI y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) durante los siete primeros años de actividad. La portavoz municipal, Carmen Yáñez, volvió a insistir ayer en la importancia que este proyecto tiene para la ciudad y destacó que cuenta no solo con el apoyo de los grupos políticos, sino también de los empresarios de la ciudad. «Volvería a poner a Mérida en el mapa industrial», afirmó.

Sobre el asunto también se pronunció ayer Ciudadanos Mérida, (sin representación municipal después de que sus dos concejales expulsados se mantuvieran en la corporación como independientes), que abogó por que se tenga en cuenta a los jóvenes y los mayores de 45 años, «dos sectores muy castigados por el paro en la región», de cara al empleo.

Para la formación naranja, la puesta en marcha de esta industria sería «una oportunidad única» para Mérida y confió en que todos los actores sociales y empresariales que están implicados en la instalación de esta azucarera «actúen con responsabilidad y altura de miras».