Los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos equipararán sus condiciones laborales a las de los empleados del ayuntamiento. Tras un dilatado proceso de negociación, la empresa y los sindicatos CCOO, UGT y CSIF han firmado el primer convenio colectivo al que se acogerán los 65 trabajadores de la entidad. Este convenio tiene carácter retroactivo a 1 de septiembre del 2010 y finaliza el 31 de diciembre del 2012. Por fin se cumple la vieja reivindicación de homologar la situación de todos los colectivos de la empresa, según destacaron las tres centrales sindicales, al tiempo que califican la negociación colectiva de "todo un éxito".

En representación de CCOO, Juan Luis Lancho, explicó que a partir de ahora no existirán diferencias entre los conductores de autobuses, los de grúa, los empleados del parking, de limpieza o los de administración. Un paragüas que, con la que está cayendo, viene a proteger las relaciones laborales entre empresa y empleados, añadió. Desde CSIF, Luis López mostró su satisfacción por la aprobación de un convenio "prácticamente similar" al del consistorio. "De aquí en adelante, hay que aplicarlo y cumplirlo", subrayó.

A su juicio, las partes implicadas han mostrado "altura de miras" para llevar a cabo la municipalización de los servicios en una época de especial dificultad. Ahora se abre un período de transición, en el que se llevará a cabo la aplicación progresiva del convenio. De hecho, este año tan solo se regulará la situación del 40% de los empleados, otro tanto en 2011 y en 2012 la del 20% restante. Encima de la mesa, equiparar los complementos retributivos de los trabajadores del transporte urbano a los que perciben los del Ayuntamiento, esto es, específico, de destino y sueldo base.

Los empleados recibirán un salario base de 600 euros, más 300 euros de complemento de destino, según López, aunque esta cantidad variará en función de la categoría que se ocupe. Igualmente, se pretende homologar el complemento específico con el percibido por los empleados de la Junta. Por su parte, el alcalde, Angel Calle, puso en valor el esfuerzo de las centrales sindicales de consenso y acuerdo.

El edil recordó que, cuando la actual corporación accedió al gobierno, existía "una jungla de convenios" que generaba desigualdad entre los propios trabajadores de la empresa. Para él, este convenio es la prueba fehaciente de que la administración local no somete a sus empleados a condiciones precarias.

CONDICIONES Este acuerdo afectará a los distintos colectivos de la plantilla, a excepción del personal de alta dirección de la empresa. En concreto, contempla la reducción de la jornada laboral a 37 horas semanales, se definen las categorías profesionales y sus funciones y se igualan las retribuciones según grupo y desempeño.

Además, regula la jubilación anticipada y los trabajos extraordinarios, y se unifican los permisos retribuidos. El acuerdo establece también la obligatoriedad de la empresas de contratar un seguro de vida para sus empleados. Otro de las cuestiones que aborda, muy celebrada por los sindicatos, es la oferta de prestaciones sociales como ayudas por natalidad, al estudio o prótesis. Asimismo, busca promover la formación y, en materia de salud laboral, la prevención de riesgos laborales.