Una de cada diez personas que muere en Mérida es incinerada en el crematorio que recientemente ha puesto en servicio la empresa Servisa, encargada de la gestión del tanatorio, donde está ubicado, en la carretera de Cáceres.

El crematorio, destinado a la incineracción de cadáveres y de restos de exhumaciones, se instaló debido a que la demanda de este servicio se tenía que desviar al más cercano, en Villanueva de la Serena. Antes de que se abriese el crematorio villanovense, los más utilizados por los emeritenses eran los de Málaga y Sevilla. Ahora la empresas Servisa también tiene en proyecto abrir otro crematorio en Zafra.

La inversión realizada en el horno instalado en el tanatorio de Mérida es de unos 114.000 euros, es la marca Lazar y ha sido construido por la empresa Atroesa.

GAS

Los quemadores funcionan a gas y se alcanzan unas temperaturas que llegan a los 750 grados. La cremación dura unos 20 minutos y se realiza con féretro incluido. Se entrega una hurna con las cenizas.

El horno crematorio tiene una capacidad para ocho incineraciones al día y estará abierto desde las 08.00 horas de la mañana hasta las 22.00 horas. Está situado bajo la capilla del tanatorio.

El gerente de Servisa, José Antonio Losa, señaló en su momento que "cuando se instala un horno crematorio en una población la demanda sube, ya que no hay que desplazarse a otros sitios". De momento, la media de cremaciones es de tres al mes, teniendo en cuenta que en Mérida muere una persona al día.

El precio de una incineración ronda los 360 euros, sin contar el precio del féretro.

Los trámites para la instalación de este horno crematorio han durado casi un año, ya que fue necesario solicitar la liciencia de ampliación de la actividad del tanatorio al ayuntamiento y, posteriormente, remitir el expediente a la Comisión Regional de Actividades Molestas, Nocivas, Insalubres y Peligrosas, de la Junta de Extremadura.

Una vez superada esta fase, el proyecto volvió al ayuntamiento, donde se solicitó la licencia de apertura definitiva.