Heramos poco y parió la abuela. Y vino Pedro Cañada, como secretario general de Extremadura Unida, y buscó entre las personas con posibilidad de ser candidato a la alcaldía de Mérida y encontró a Ricardo Ordóñez, que estaba tan tranquilo en su despacho de la calle Nueva, ahora Suárez Somonte.

No pensaba entrar en política después de los intentos fallidos en elecciones anteriores.

Lo he dicho muchas veces, la política es una veneno que no tiene antídoto. Y ya son más a repartir. De seguir así, la tarta electoral va a tener demasiados comensales, y, como algunos tienen hambre atrasada y otros hambre voraz, no dejarán comer a nadie.

La tarta y su reparto será con tantas dificultades que es posible que a más de uno no le toque ni la guinda, ni poder entrar un dedo para después chuparlo.

Ya son seis candidatos. Media docena. Pedro Acedo del PP; Angel Calle del PSOE; Vicente Ramírez de IU; María Jesús Checa del SIEX; Juan Manuel Romera del PIMC y Ricardo Ordóñez de EU.

Tenemos de todo, como en botica. De derechas de toda la vida con tendencia al centro.

De izquierda de siempre con inclinación a la diana.

De Izquierda con ganas de más izquierda.

De izquierda con ganas de regionalismo.

De Izquierda con ganas de localismo.

Regionalista con ganas de todo, lo mismo izquierda que derecha.

De los seis, cuatro quieren ser bisagra, cremallera y botonadura para cerrar o abrir la calabaza y el melón de las elecciones. Está dentro de lo posible que alguno lo consiga, con tanta diversidad la mayoría absoluta será difícil y los electores tienen tanto donde elegir que alguno se equivocará.

El 25 de mayo San Beda, benedictino anglosajón, doctor de la Iglesia de Wearmouth, poeta, historiador y teólogo será el patrón del vencedor, si veda la escribimos con v es prohibición de cazar y pescar en determinadas épocas.