El Ayuntamiento de Mérida asumirá desde el próximo mes de marzo el coste del servicio de teleasistencia, que atiende a más de 200 personas mayores en la ciudad. Hasta ahora, disponer de este servicio tenía un coste mensual para sus usuarios que variaba en función de su situación económica. En el caso de las personas adheridas al programa y con ingresos inferiores al IPREM, la tasa era de 4 euros, y si los ingresos mensuales eran superiores a este índice e inferiores al 150% del IPREM, el coste era de 7 euros. Si por el contrarrio los ingresos mensuales resultaban superiores al 150% del IPREM, la cuota para los beneficiarios ascendía entonces a 10 euros.

El porqué de este pago responde a que el consistorio estaba sometido a la ley 2/12 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera que obligaba que el servicio fuera autofinanciable, y como no se podía asumir un servicio impropio como municipal se sacó a concurso y se incluyó la participación del ciudadano. "Conseguimos seguir prestando el servicio a través de un concurso público para que fuera más barato y las condiciones fueran mejores, y ahora es la primera vez que el usuario no va a pagar nada. Incluso cuando estaba la ayuda del Imserso del 5%, el usuario tenía que pagar una cantidad, que ahora se reduce a cero". Así lo ha explicado a este medio la concejala delegada de Servicios Sociales, Ana Blanco, que considera "imprescindible" este servicio "por la seguridad que da a los mayores el poder llamar en un momento dado a Cruz Roja y la tranquilidad de los familiares".

La teleasistencia llega en Mérida a casi 250 usuarios (la cifra varía con frecuencia dependiendo de las altas y bajas que haya en el servicio) que por motivos de invalidez, aislamiento social, edad avanzada, o enfermedad precisan de una atención continuada ya sea de forma transitoria o permanente. A todos ellos se les proporciona la seguridad de poder contactar de forma inmediata (a través de un equipamiento telefónico e informático) con una central de asistencia que funciona las 24 horas del día. El funcionamiento, sencillo. Cada usuario tiene en su domicilio un equipo emisor compuesto por un teléfono de alarma personal, así como una unidad remota de alarma en forma de medallón. En el caso de necesitar atención, basta con pulsar un botón de llamada para que la petición se registre en el equipo receptor, informatizado, y ubicado en la Central de Atención de Cruz Roja, donde personal especializado da una respuesta inmediata a la situación planteada.

Para solicitar el servicio, que a día de hoy tiene plazas libres, los interesados deben tramitar la solicitud en el Servicio Social de Base del ayuntamiento.