Los vecinos del número 24 de la calle Graciano no cesan en su intento de que el pub La Claca adecue sus instalaciones a la legislación vigente en materia de ruidos y actividades molestas. Son vecinos que llevan años tratando de que el local situado en el bajo de su inmueble les permita hacer uso de su derecho al descanso.

El último paso que han dado ha sido denunciar al ayuntamiento, a quien consideran responsable de la situación, ante la Comisión de Actividades Clasificadas de la Junta de Extremadura. En un escrito registrado el pasado 9 de marzo por AEDAR, la asociación regional en defensa de los afectados por el ruido, insta a la Comisión de Actividades Clasificadas a reclamar al ayuntamiento "responsabilidad por no haber declarado esta actividad" ante este organismo. También piden que se le exija a la delegación municipal de Medio Ambiente, que es la que tiene competencia en la materia, la justificación detallada del nivel de aislamiento.

Asimismo, instan a reclamar al consistorio la justificación del cumplimiento del decreto 17/97, de Reglamentación de Ruidos y Vibraciones, que regula las medidas a adoptar por este tipo de establecimientos para ser insonorizados; y, por último, que se eliminen unos hierros anclados al techo "que sirven de transmisores del ruido". Y es que, según los vecinos, este local no ha realizado las obras necesarias para su insonorización, sino que se ha limitado, por orden del ayuntamiento, a adecuar las puertas de entrada y salida del local, a cambiar de sitio los altavoces, a construir un nuevo vestíbulo en la entrada, y a reparar la puerta de la salida de emergencia.