Las obras de pavimentación en las calles del entorno del Templo de Diana y Los Maestros se han convertido en una pesadilla para sus vecinos y comerciantes. La empresa adjudicataria, Nivel 10 de Ingeniería y Obra Civil, ha presentado un concurso de acreedores y ha dejado las obras a medias. Las consecuencias van más allá de las simples molestias, puesto que en algunos inmuebles se han producido filtraciones, como es el caso de la Dirección General de Administración Electrónica y Evaluación de las Políticas Públicas de la Junta, en una zona situada en la calle Dávalos Altamirano.

La obra está incluida en el proyecto de Modernización y Adecuación Turística de Mérida, financiada con los fondos ICO, que consisten en la ampliación de la plataforma única a las calles Dávalos Altamirano, Los Maestros, Parejo y Baños. Fue concedida a la citada empresa por 350.000 euros, que incluyó una mejora en su propuesta, consistente en ampliar las intervenciones a la calle Peñato.

Desde que la semana pasada se conociera la paralización de las obras el ayuntamiento está tratando de agilizar los trámites para que otra empresa las retome para minimizar las molestias a los vecinos. Pero esta operación podría complicarse, puesto que si se comprueba que no se ha ejecutado el 20% de la obra en cuestión, el ayuntamiento tendría que rescindir el contrato de la obra, en lugar de obtener una cesión de la misma, lo que retrasaría aún más la vuelta de los obreros a las calles Peñato, que está completamente levantada, y Dávalos Altamirano, de la que aún falta un tramo situado junto a la confluencia con Los Maestros, y el resto no está terminado. En las demás vías incluidas en el proyecto aún no se han iniciado las actuaciones.

Mientras tanto, los vecinos se quejan de las dificultades que se encuentran para entrar en sus viviendas, especialmente en días como ayer en los que llueve y calles como Peñato, que se encuentran completamente levantadas, se convierten en un barrizal.

Los comerciantes también se quejan. Concepción Quiles, de Retales Conchi, situada en la calle Dávalos Altamirano, muy cerca de la confluencia con Los Maestros, asegura que la paralización de las obras está afectando negativamente a su negocio. El estado que presenta el acceso a su establecimiento dificulta la entrada de clientes y no puede acceder con su vehículo hasta el establecimiento para cargar y descargar sus productos.

Asegura que aún no ha recibido ninguna explicación ni por parte del ayuntamiento ni de la empresa adjudicataria de la obra. "Yo solo sé que iba a durar dos meses y ya van cuatro, y mira cómo está todo", lamenta. No obstante reconoce que la situación hubiera sido aún peor si se hubiera levantado el pavimento de la calle Los Maestros, puesto que no podría llegar a su establecimiento para descargar.

Los afectados señalan que en los últimos días han visto a técnicos municipales realizando mediciones para comprobar el nivel de ejecución. El consistorio pretende ofrecer la conclusión de las obras a las constructoras que se presentaron al concurso durante la licitación pública.