El frío --el termómetro apenas alcanzaba los diez grados-- no impidió anoche que miles de ciudadanos acompañaran a santa Eulalia a lo largo de su recorrido procesional por las calles más céntricas de la ciudad, incluída Holguín, lo que ocasionó algunos problemas de tráfico en varios puntos al haber sido cortadas las calles Almendralejo y Cava con motivo de la procesión.

Poco antes de las nueve de la noche, dos cohetes anunciaban la aparición de la mártir por la puerta de su iglesia bajo los gritos de "guapa, guapa y guapa" con los que los emeritenses saludan cada año a la patrona. Custodiada por las autoridades políticas y policiales, como cada año, la ermita estaba repleta y en la calle esperaban también miles de ciudadanos, incluidos los aproximadamente 1.500 que durante toda la jornada de ayer recorrieron los 23 kilómetros que separan la ermita de Perales, en Arroyo de San Serván, y Mérida, simulando la travesía realizada por santa Eulalia.

ENGALANADA La patrona lució sus mejores galas, engalanada en color blanco y con peana de plata, durante un recorrido procesional que se desarrolló sin incidentes, y que culminó dos horas después con la entrada en la concatedral de Santa María, desde donde partirá esta mañana para regresar a su ermita.

En esta ocasión, la comitiva partió hacia la derecha para llegar a la calle Holguín, donde se produjo una emoción especial. Allí, junto al edificio actual de Correos, se cree que santa Eulalia compareció ante el pretor. En este punto, volvieron a vivirse momentos muy sentidos por parte de los devotos de la mártir.

Los cohetes abrieron la procesión y una colección de fuegos artificiales culminó la noche, previa al día festivo de hoy.