Vecinos de la urbanización El Disco protagonizaron ayer una protesta espontánea para reflejar su malestar por el diseño de la rotonda que se construye en la avenida Reina Sofia, frente al colegio de los Salesianos.

El motivo de la queja es que no están de acuerdo con los accesos a la urbanización que se han hecho, que cuenta con unas 250 viviendas. Así, las obras de esta rotonda prevén cerrar la calle Centuriones con un adoquinado de un metro y medio de altura, por lo que para entrar hay que dar un complicado rodeo.

Los vecinos recogieron firmas para pedir que esta calle tuviera acceso, y las entregaron al ayuntamiento. La respuesta fue que la medida se debía a motivos de seguridad por la inclinación que presenta la carretera en la parte opuesta a la entrada de la calle.

El problema se agrava por la estrechez de las calles, con una anchura de cuatro metros que se quedan en tres al permitir el aparcamiento de vehículos, lo que dificulta, además, la entrada de los camiones de bomberos.

Sobre esta cuestión, la concejala del Partido Socialista Plácida González manifestó ayer: "Creemos que actualmente, en el siglo XXI, deben haber otras opciones posibles antes de clausurar una calle con un adoquinado de un metro y medio".

También dijo no entender "por qué se tiene que generar un malestar entre los vecinos, cuando si se les hubiera escuchado podrían haber aportado sus sugerencias. El ayuntamiento no puede seguir construyendo y haciendo obras sin contar con la opinión y dando la espalda a los vecinos", aseguró.