Durante la década de los 60 y la primera mitad de la década de los 70 se estaba desarrollando en el mundo occidental una evolución de crecimiento desigual que ocasionó un importante proceso migratorio laboral. Esta misma situación se produjo también dentro de España y con ello el desplazamiento hacia el norte y el este de las personas que vivían en zonas rurales. Durante estas dos décadas, Extremadura se encontraba a la cabeza de las regiones con mayor porcentaje de emigrantes y muchas fueron las personas y familias que tuvieron que salir de la región y desplazarse a otros sitios de la geografía española a labrarse un futuro mejor del que se presentaba en sus pueblos y ciudades natales.

En la mayoría de los destinos que los emigrantes extremeños eligieron para buscar una nueva vida quisieron agruparse entre ellos y arroparse mutuamente. Es por ello que el 8 de septiembre se celebra en Extremadura pero también en otro sitios, ya que en muchas de las ciudades de destino de emigrantes se fundaron Casas Regionales. Este diario ha podido contactar con la Casa Regional Extremeña de Fuenlabrada (916 067 228) y la Casa de Extremadura en Sevilla (954 225 606).

Juan Alfonso Díaz Martínez, natural de Ibahernando, un pequeño municipio cacereño cerca de Trujillo, es el presidente de la Casa Regional Extremeña de Fuenlabrada. Juan Alfonso nos cuenta que esta casa la fundaron 14 socios en 1979. Actualmente, cuenta con 1.000 socios, de los cuales 600 son extremeños y el resto procede de diversos puntos de la España. El presidente señaló lugares como Pontevedra, Gerona, Cádiz o Pamplona. La Casa Regional se fundó en noviembre de 1979 por lo que el primer Día de Extremadura que celebraron en Fuenlabrada fue en 1980. Este extremeño nos comenta que tienen un pequeño problema con el día 8, ya que ese día son las fiestas patronales de Fuenlabrada, aunque durante esa jornada también instalan una caseta. También cuenta que en este municipio situado al sur de la Comunidad de Madrid y de los más poblados de la capital, con 194. 000 habitantes, cuenta con cuatro casas regionales: Galicia, Andalucía, Castilla la Mancha y Extremadura. Este año, el Día de Extremadura en Fuenlabrada se celebrará, por primera vez, el 24 de septiembre. Allí se celebra una misa extremeña cantada por el grupo de coros y danzas Jaral. Acto seguido se realiza una procesión con la Virgen de Guadalupe por los alrededores del domicilio social. También se realiza una intervención con los representantes municipales, un aperitivo con los socios, una conferencia y una actuación musical.

Cuando le preguntamos a Juan Alfonso Díaz, presidente de la Casa Extremeña de Fuenlabrada, qué echa de menos de Extremadura, nos recuerda todo lo vivido en su pueblo con su familia y sus amigos. Recuerda con añoranza su niñez ya que cuando se marchó de Extremadura apenas tenía 11 años Era un chico joven que dejó atrás, junto a su familia, su pueblo.

Fuenlabrada, actualmente, tiene casi 200.000 habitantes pero Juan Alfonso recuerda cuando llegó, en 1963, los 8.000 habitantes que por aquel entonces tenía el municipio madrileño. Señala que, evidentemente, Fuenlabrada era mucho más grande que su pueblo pero era muy parecido a lo que había en Extremadura. Juan Alfonso recuerda las antiguas vaquerías de Fuenlabrada, donde la gente iba directamente a comprar la leche, algo muy habitual también en Extremadura durante esa época. “Que Fuenlabrada se pareciese, en aquellos años, a los pueblos extremeños que habíamos dejado atrás fue lo que nos atrajo a mí y a muchos más emigrantes hasta este lugar”. Juan Alfonso recuerda el momento, en 1963, en que tuvo que hacer las maletas y dejar Extremadura con mucha tristeza. Comenta que sus abuelos se disgustaron mucho y se le viene a la cabeza la imagen de los coches que salían del pueblo e iban recogiendo gente por diversos sitios hasta llegar al destino. Señala con añoranza los recuerdos que tenía de su abuelo paterno, con quien iba al huerto a recoger pimientos y tomates, “lo que hiciera falta”.

A la pregunta de si volverá algún día a Extremadura, Juan Alfonso contesta que “difícilmente”. Ha formado su vida en Fuenlabrada, tiene dos hijos y tres nietos. Aunque dice que es complicado que regrese a Extremadura señala que “eso no quiere decir que no quiera volver”. Además añade que no es de los que dicen “no vuelvo más”. El presidente de la Casa Extremeña de Fuenlabrada hace visitas con bastante frecuencia a Cáceres, donde viven sus tías y todos sus primos. Además, explica que la Casa Extremeña organiza visitas a diferentes sitios de la región.

SEVILLA. Por otro lado, el Periódico Extremadura ha contactado con Gonzalo Martín, presidente de la Casa de Extremadura en Sevilla desde hace 29 años. Gonzalo cuenta que la casa se fundó en el año 1929, quedó en suspenso durante la Guerra Civil y, a continuación, retomó su actividad en el año 1968. Esta Casa está en el centro de Sevilla, junto al ayuntamiento. Consta de 320 metros cuadrados ofrecidos como “embajada, acogida y casa de todos los extremeños”. El presidente cuenta que ofrecen un menú exquisito, siempre de productos extremeños. Además atienden en todo momento a asociaciones que vienen desde Extremadura, les dan un paseo en barco, les invitan a conocer los monumentos y si es posible los llevan a una sala de fiestas típicas de Sevilla porque “los extremeños se merecen eso y mucho más”. “Yo no quiero ver un extremeño perdido en Sevilla”, añade. Esta Casa Regional está formada por 1047 familias y Gonzalo señala que “les atendemos sin cobrar jamás un céntimo a nadie”.

En Sevilla suelen celebrar el Día de Extremadura con distintos actos a lo largo del mes de septiembre. El presidente de la Casa Regional de Sevilla cuenta que “comenzamos el día 8 con los ritos y cánones que Sevilla pide, con músicas y costaleros. Por la mañana ofrecemos un desayuno gratis para todos los extremeños y sevillanos que quieran acercarse a la casa. Invitamos a las autoridades de Sevilla, acuden casi siempre todos los partidos políticos a desayunar por la mañana y conviven aquí diferentes ideologías políticas. Se saludan entre ellos, los saludamos… Es convivencia pura”. Los desayunos terminan a las 12.00 horas y después tiene lugar la procesión de la Virgen de Guadalupe por las calles céntricas de Sevilla. Gonzalo Martín explica que, este año, Guadalupe se va a hermanar con Sevilla. También añade que, de esta forma, “podamos decirles a los andaluces, a los sevillanos, que allí, en las Villuercas tenemos un Real Monasterio, un gran templo donde está la virgen de Guadalupe y que tanto tuvo que ver en la historia de España”. Este emigrante extremeño dice que echa de menos “la gente, el cariño, las costumbres, los paisajes, las familias y los sabores”. Aunque también destaca que al estar tan cerca Extremadura y Sevilla gracias a la Autovía de la Plata, hoy en día es un ir y venir, y no supone problema alguno este desplazamiento.

Este paisano extremeño dice que encuentra muchos parecidos entre su región natal y Sevilla: “yo cuando voy a una romería de Extremadura hasta en el norte de Cáceres se visten de sevillanas. Hay muchas cosas parecidas, en el folclore, en el gusto, en los sabores, en la amistad, en el cariño, en el afecto y, sobre todo, la paz que queremos que entre los pueblos exista y en toda España”. Gonzalo Martín recuerda momentos de su adolescencia cuando estudió bachiller en Ciudad Rodrigo y más tarde magisterio en Cáceres. Tiempo después llegó a Sevilla para ejercer de profesor y recuerda con orgullo que Alejandro Rojas-Marcos (alcalde de Sevilla entre 1991 y 1995) le dijo “Cuánto le debe Sevilla a Extremadura”. Gonzalo Martín señala que ha estado en tres centros de enseñanza distintos y se ha dado cuenta de que el 70 % de los profesores eran extremeños. “Lo mismo pasa con los médicos”, añade. Otro momento que recalca Gonzalo es lo que le dijo un inspector de enseñanza, que se iba tranquilo del colegio porque “los extremeños que hay aquí sé que luchan y trabajan”. Y estaba en lo cierto, “estamos dedicados al trabajo y por eso cuando llegamos a Sevilla, nos ha sido todo muy fácil. Ser extremeño en Sevilla es muy fácil”, afirma Gonzalo.

El presidente de la Casa Regional de Sevilla responde que no cree que vuelva a Extremadura porque sus hijos y nietos se encuentran en Sevilla. Aunque destaca que visita con frecuencia San Martín de Trevejo, su pueblo natal, “allí me empapo de sus gustos, de sus sabores, de mis amigos. Aunque cuando voy también estoy pensando en mi casa de Sevilla, en mis hijos y nietos”. Por otro lado, Gonzalo Martín quiere que la juventud de ahora suceda a los mayores y se encargue de la Casa Regional “aunque ya no existe esa necesidad de cariño, de arroparse, como le ocurría a los paisanos en el País Vasco o en Cataluña”. “Aquí en Sevilla, nos es muy fácil adaptarnos a lo que nos rodea”, concluye Gonzalo.