La vigésimo tercera edición de la Feria Internacional del Suroeste Ibérico (Agroexpo) ya calienta motores. La Institución Ferial de Extremadura (Feval) de Don acoge del 26 al 29 de enero la XXIII edición de este certamen monográfico que aguanta la crisis a golpe de innovación agrícola. Así, Agroexpo será escenario de importantes avances en nuevas variedades de árboles frutales. Domingo Fernández, presidente ejecutivo de Agroexpo, afirma que el mundo del campo ha respondido bien a esta nueva convocatoria de la feria. Una prueba de ello es que hay cinco empresas más que el año pasado. "Con la que está cayendo esto es muy importante. Hemos llenado todo", asegura. En esta edición, se ocuparán más de 32.000 metros cuadrados.

Más de 195 empresas expositoras que representarán a 450 marcas comerciales han confirmado su participación; lo que significa, a juicio de la organización, el respaldo definitivo del sector hacia Agroexpo, que mantiene el nivel de exposición alcanzado en anteriores certámenes. "Tenemos que seguir con esta guerra --señala Domingo Fernández--. Las batallas tienen que irse ganado poco a poco. El mundo del campo está más costumbrado que otros sectores a esto. Siempre estamos en crisis y hemos sabido salir siempre de ellas. Sabemos que estamos viviendo momentos críticos. Hay que seguir trabajando, uniéndonos y defendiendo nuestro producto. Lo que quiero destacar es que el mérito de la feria actualmente es posible gracias a los expositores y a nadie más".

Este certamen patrocinado por Caja España-Caja Duero es una feria profesional dedicada a la promoción y comercialización de bienes de equipo, servicios y suministros del sector agrario.

En la feria se presentarán importantes avances experimentados en la investigación de nuevas variedades de árboles frutales que proporcionan una mayor resistencia ante adversas condiciones climáticas, mayor productividad y adelanto en la fase de maduración.

Según destacó José Luis Viñuela, director general de Feval, en la presentación de Agroexpo estos importantes avances son posibles gracias a la ubicación en Don Benito de uno de los mejores campos de genoplasma del mundo, entre cuyas finalidades está la consecución y registro de esas nuevas variedades de frutales. De esta manera, se adaptan a la climatología, a los gustos del consumidor por medio del cruce de los genes de unos árboles frutales con otros.

Asimismo, se presentará una nueva máquina distribuidora de abono con capacidad para 20.000 kilos y dotada de báscula electrónica y dispositivo GPS.

Como en ediciones anteriores, Agroexpo acogerá los salones especializados: Tomatec-Salón del Tomate y la Tecnología Aplicada; Olivac-Salón Ibérico del Olivar, la Aceituna y el Aceite de Oliva- y Hortofrutec --Salón de la Fruticultura, Horticultura y Vivero--.

Organizado conjuntamente con la Junta de Extremadura, así como las Cámaras de Comercio e Industria de Badajoz y Cáceres, se celebrará el II Encuentro de Compradores Internacionales para el sector del Tomate, con el fin de impulsar las relaciones comerciales entre las empresas expositoras e importadores y fortalecer esta producción, que representa una gran fuente de riqueza para la región. Estos encuentros comerciales se llevarán a cabo con importadores de Reino Unido, Bélgica, Alemania, Polonia, Argelia, Túnez y Marruecos.

El presidente ejecutivo de Agroexpo asegura que este encuentro es muy importante para el sector porque ahorramos a las industrias estos desplazamientos costosísimos y la posibilidad de conozcan la calidad de nuestros productos. Fernández destaca la posición de Agroexpo como plataforma para la presentación de tecnología punta. "Los regadíos en Extremadura son muy importantes. El 6% de la tierra produce el 60% de PIB agrícola. Y esto ha sido posible gracias a las nuevas tecnologías en máquinas de siembra, recolección y trabajo. Los tiempos no están para invertir pero sí sabemos que la única forma de ser competitivos en los precios".

El presidente del comité ejecutivo de Agroexpo asegura que el sector primario aguanta mejor la crisis porque está más acostumbrado a no derrochar el dinero cuando ha habido ganancias, que se guardan para cuando vengan tiempos adversos. "Siempre ha sido un sector pagador. No hay morosidad y estamos habituados a mantenernos con menos", asegura.