La Agrupación Sanvicenteña de Empresarios del Corcho (Asecor), constituida en 2007 como Clúster del Sector del Corcho de Extremadura, que en 2020 cumplirá 4 décadas representando los intereses de las empresas corcheras e impulsando la promoción del corcho, un producto natural, paradigma de la economía circular, se plantea como reto para este año 2018 volver a incorporarse al Registro de AEIs del Ministerio de Economía, en el que actualmente se encuentran entidades extremeñas como el Clúster del Turismo, el Clúster de la Energía, y la Asociación de Empresas para la Innovación del Metalmecánico Extremeño (Aeimex), así como otras, de otros ámbitos geográficos, que representan a sectores como el oleícola, el agroalimentario, la automoción, el aeronáutico, el agua, la madera, entre otros.

Asecor aborda este reto con la ayuda de la Consejería de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura, a través de su Programa de Ayudas al Fomento de la Cooperación Empresarial en Extremadura, financiado por la Junta de Extremadura y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

Para su inscripción en el Registro, la AEI de Asecor habrá de definirse como una combinación de empresas del sector del corcho y de centros de investigación y de formación públicos o privados, involucrados en procesos de innovación colaborativa dirigidos a obtener ventajas y beneficios derivados de la ejecución de proyectos de innovación. También deberá contar con una masa crítica suficiente que permita asegurar la competitividad y visibilidad internacional de las empresas de Asecor, sobre todo Pyme, impulsando entre ellas prácticas de innovación colaborativa e internacionalización.

Asecor, a día de hoy, es una de las organizaciones empresariales más importantes del Sector del Corcho, agrupando prácticamente a la totalidad de empresas extremeñas y de empresas nacionales. En el ámbito internacional, forma parte de la Red Europea de Territorios Corcheros - Retecork y de la Confederación Europea del Corcho - (C.E. Liège). En los ámbitos nacional y regional forma parte de Coeba, Fedehesa y Indehesa, y mantiene desde hace años una estrecha colaboración con el Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal, que forma parte del Cicytex.

Actualmente, cuenta con 39 empresas afiliadas del sector del corcho, ubicadas en las provincias de Badajoz, Cáceres, Girona, Álava, Navarra, Toledo, Salamanca, Ourense, Ciudad Real, Cádiz y Sevilla.

Además de una serie de requisitos que miden el grado de representatividad de Asecor respecto al sector, tanto en número de empresas como en facturación, y la importancia del sector respecto al PIB nacional o regional, la AEI de Asecor habrá de presentar, para su evaluación por parte del Ministerio,del Plan Estratégico de la AEI de Asecor, que estará destinado a obtener una serie de resultados, tales como, el incremento del número de empresas asociadas a la AEI, la incorporación de entidades proveedoras de conocimiento, el desarrollo de alianzas estratégicas con otros Clúster, la integración de la AEI en redes de innovación y conocimiento de ámbito regional, nacional e internacional, la interiorización en las Pymes de los nuevos paradigmas de la Industria 4.0, la economía circular, la bioeconomía y la economía de la biodiversidad y los ecosistemas, la adquisición de competencias sobre industria 4.0, economía circular, bioeconomía y economía de la biodiversidad y los ecosistemas por parte del personal de la AEI y de las empresas asociadas. En el Plan Estratégico habrán de definirse una serie de proyectos de innovación colaborativa, llevados a cabo por empresas y organismos proveedores de conocimiento, enfocados a los paradigmas antes citados, y alineados con los objetivos de mejorar la competitividad de las empresas de Asecor mediante la innovación y la internacionalización.

Asecor prevé que estos resultados se puedan obtener a lo largo de este año, de tal manera que en 2020, cuando la entidad cumpla su cuarto aniversario, los retos a los que se enfrenta el sector del corcho en la actualidad estén en proceso de resolución, y que, por tanto, este siga representando un recurso clave para el desarrollo socioeconómico de la comarca Sierra de San Pedro-Los Baldíos y para la conservación de la dehesa y del bosque mediterráneo, una de las principales seña de identidad de Extremadura.