La buena gobernanza del agua

Este lema coincide en el tiempo con los problemas existentes en la provincia de Cáceres, en materia de depuración de aguas, por la revocación de las autorizaciones provisionales de vertido concedidas a finales de los años 80 por la Confederación Hidrográfica del Tajo a aquellos Ayuntamientos que no disponen de estaciones depuradoras de aguas residuales en la actualidad y que provocarán sanciones económicas que repercutirán en los ciudadanos.

Pues bien, si la palabra gobernanza puede ser definida como la capacidad del gobierno de prestar servicios además de formar, establecer y hacer cumplir normas; la gobernanza del agua se refiere a la gama de sistemas políticos, sociales, administrativos y económicos establecidos para la gestión de agua y prestación de servicios.

Dependiendo de la forma en que los países manejan sus recursos hídricos, se determinan las condiciones de salud de sus habitantes, el éxito de sus economías, la sostenibilidad de sus recursos naturales y sus relaciones con países vecinos. Una adecuada gestión del agua trae consigo beneficios tangibles a un país. Por tanto, la buena gobernanza es el principio fundamental para desarrollar y gestionar los recursos hídricos y la prestación de servicios de agua a diferentes niveles de la sociedad. Por otro lado, tenemos los problemas entre los pueblos de la zona de Trujillo y del Tamuja y la Confederación del Tajo por las obras de la nueva Mancomunidad de la Presa de Santa Lucía, el abastecimiento a Cáceres y poblaciones del entorno, la nueva Mancomunidad del Campo Arañuelo, las obras de emergencia para el abastecimiento a las Hurdes, el abastecimiento a la Mancomunidad de las Tres Torres y del Río Ayuela desde el Canal de Orellana… obras millonarias cuya utilidad y funcionalidad merece una reflexión.

DAVID CASERO técnico de medio ambiente de la diputación de cáceres