La Encamisá se cree que tuvo sus orígenes en una estratagema de la población ante un asalto del ejército árabe. Está recogida en unos versos de María Petra Baviano, donde cuenta cómo se aprovechó la oscuridad de la noche para hacer creer a los infieles que en el municipio había un fuerte destacamento militar. Para ello encendieron hogueras en la población y se dedicaron a recorrerlas a caballo con antorchas encendidas y haciendo ruido para impresionar a los invasores moros, cosa que se consiguió. Ello fue posible en parte a los gorros puntiagudos que se pusieron y a las camisas blancas que portaban, lo que proporcionó un efecto fantasmagórico al ejército cristiano. También hay otra hipótesis que indica que la fiesta proviene de la cristianización de una fiesta pagana.

Actualmente, el uso de caballos y mulos ya no está tan extendido con la introducción del tractor en las faenas agrícolas. Por eso, cada año se alquilan caballerías para quienes quieran participar en La Encamisá. El precio oscila entre los 200 y 300 euros para las tres horas de celebración, que los sanantoneros pagan gustosos. También es reseñable la forma de vestir de los jinetes, en la que no deben faltar gorro multicolor puntiagudo a la cabeza, pañuelo multicolor al cuello, camisa blanca, faja roja o negra, pantalón de paño o pana negra, botas y zahones de cuero. Los caballos también van muy engalanados para la ocasión, portando cabezón, pecho petral y campanillas, montura, la manta de madroños y el encintado en cola. Es la manta de madroños unos de los ornamentos que más llaman la atención por su especial belleza. Estas mantas se elaboran con lana y algodón, aunque para que pueda llamarse ´manta guapa´ tiene que estar rematadas con los madroños, que se hacen con lana a mano y que en tiempos pasados sólo los portaban las familias pudientes y no tenían el gran tamaño ni el color que ahora lucen. En cuanto a la relación entre el patrón local, San Antón Abad y La Encamisá también se abre un espacio para las hipótesis. Una de ellas indica que el día de la victoria sobre los infieles fue un 17 de enero. De ahí que durante la carrera de los sanantoneros todo sean vivas al patrón, ya que a él está dedicada la salvación de Navalvillar de Pela. Lo que sí está clara es la relación entre san Antón y la propia carrera.