Hay ámbitos de la sociedad y de la economía de Extremadura en los que, razonablemente, parece que lo peor de la crisis se ha superado. El del turismo es uno de ellos. El Plan Turístico de Extremadura 2017-20 elaborado por la Dirección General de Turismo de la Junta de Extremadura, a partir de una estrategia bien pensada, de participación de los diferentes actores involucrados en este sector, ofrece información sobre su evolución en los últimos años, de los cuales cabe destacar que la aportación del turismo al PIB regional, ronda el 5,6%, todavía lejos del 11,1% a nivel nacional. Este y otros indicadores dan idea del margen de crecimiento que aún queda por delante. Lo relevante, sin embargo, es que el sector ha pasado de emplear a 2010 a 21.164 trabajadores a tener en diciembre de 2017 , 25.185, un crecimiento del 19%.

El turismo en Extremadura se articula en torno a 14.500 empresas, de las cuales la mayor parte, pertenecen al del sector de la restauración (85%). Por ejemplo en estos momentos se dispone en la región de 7.536 café-bar, 564 cafeterías, 66 catering y 1.614 restaurantes. En tanto que las empresas de alojamiento (hoteles, casas rurales, etc.) representan el 9,7%, con unos 1.400 alojamientos de distinto tipo y categorías. Por ejemplo, hay en torno a 743 alojamientos rurales, unos 455 establecimientos hoteleros (hoteles, apartahoteles, hostales y pensiones) y aproximadamente 190 establecimiento extrahoteleros. Por último están las agencias de viajes, 211 (1.46%) y las empresas de actividades complementarias, que aunque su número es reducido, unas 150 (1%), los diferentes agentes coinciden en que su papel es esencial para complementar la oferta de alojamiento y restauración. Es este un nicho de mercado que tiene un amplio margen de expansión, con posibilidades de crecimiento, en cuyo desarrollo juega un papel decisivo las TICs, en sus diversas vertientes: marketing digital, estudio de las tendencias turísticas a través del BIG DATA, aplicaciones de geo-posicionamiento y de transmisión de contenidos etcétera.

El segmento de las empresas de actividades complementarias juega, además un rol básico en dos aspectos del desarrollo turístico de Extremadura: la fidelización de la demanda y el incremento de las pernoctaciones, ambos muy relacionados. Muchos consideran que estos son los auténticos indicadores del impacto del turismo en las economías locales. En el caso de Extremadura, es uno de los retos más importantes, ya que de los aproximadamente 1.800.000 turistas que anualmente recibe la región, la estancia media es tan solo de 1,8 días. No obstante estas pernoctaciones también han experimentado un incremento del 4,2% entre 2016 y 2017, situándose en 3.319.884 pernoctaciones.