Ignacio Plaza Rodríguez presentó ayer en la Feria del Queso de Trujillo su poemario Caminando , una compilación de versos sobre los que aletean las experiencias vividas por este escritor de 94 años en la comarca de Trujillo a lo largo de 60 años de vivencias, los mismos que llevan habitando en Aldeacentenera, localidad a la que llegó desde Baeza (Jaén) y donde contrajo matrimonio para quedarse.

"Estos poemas tienen mucho de esta tierra", explicaba el autor que escribe poemas desde que tenía 15 años, "en plena República", recuerda con una vitalidad y una ilusión envidiables.

Ahora, un profesor de uno de sus nietos le animó a publicar. Y así lo ha hecho con otros trabajos: Oasis , "un regalo para mi esposa", apostilla Ignacio Plaza, que también se atreve con la historia y los relatos. Así, ha sacado a la luz El Abate loco , un personaje basado en un sacerdote de Guadalupe al que conoció personalmente, y pronto verá la luz 200 años de arrabales extremeños , resultado de una laboriosa investigación sobre la historia de diversos pueblos de la comarca trujillana.

De este mismo género histórico, Ignacio Plaza ya publicó Un rincón entrañable de Extremadura , sobre la fundación e historia de Aldeacentenera, porque se confiesa un apasionado de la historia y un espíritu inquieto que siempre está ocupado en sus lecturas y sus archivos.

Otro poemario, En carne viva , completan la colección de sus escritos publicados hasta el momento.

La colección de poemas presentada ayer en la Feria del Queso se estructura en tres partes: una descriptiva, otra más romántica y sentimental y la última, dedicada a reflexiones de tipo filosófico.