Existe un turismo que gira en torno a la actividad cinegética. Se practica en todo el mundo y Extremadura no está al margen de esta actividad. Al contrario, es un importante motor económico. Según datos de la Federación Extremeña de Caza el sector genera al año 400 millones de euros y 90.000 jornales directos. No es de extrañar por tanto, que las empresas relacionadas con la actividad venatoria se hayan unido y vertebrado en la Asociación de Turismo Cinegético de Extremadura (Tuciex). Su presidente, Jerónimo Rincón, desvela los principales objetivos de esta joven pero pujante agrupación.

-Tuciex es una asociación muy joven ¿a cuántos socios aglutina ya?

--Comenzó su andadura en el mes de septiembre. Actualmente contamos con 1.500 socios. En Tuciex tienen cabida todas las empresas y personas que quieran estar sin más requisito que el de estar relacionados con el turismo cinegético, sector muy amplio y que pueden ser, cazadores, rehalas, Orgánicos de caza, Granjas cinegéticas, empresas cárnicas, automoción, seguros, armerías, hostelería, hoteles, casas rurales, restaurantes, catering, etcétera…

-¿Cómo asimiláis dos conceptos en principio tan diferentes como turismo y caza?

--Realmente la caza no deja de ser una forma de turismo. Podemos fijarnos en el cazador regional, el de la zona, que se queda a dormir en hoteles porque la distancia respecto a su domicilio es larga. Pero también Extremadura es un destino turístico de caza al que acuden muchas personas de fuera de la región y no solo de otras comunidades, sino de otros países. Los cazadores no vienen a Extremadura a cazar exclusivamente. Duermen en hoteles y casas rurales, acuden a restaurantes… Incluso en el caso de turismo internacional cogen el avión. El aeropuerto de Badajoz ha sufrido un aumento importante en los últimos años de vuelos chárter con viajeros que acuden a hacer turismo cinegético. También alquilan coches, furgonetas, autobuses… La caza es la consecuencia final de todo eso, pero realizan muchas actividades turísticas. Cuando vienen acompañados de sus familias aprovechan el viaje para ver enclaves naturales y zonas monumentales.

-La asociación desde su nacimiento ha contado con un importante apoyo institucional de la Dirección General de Turismo.

-Sí, tenemos el apoyo incondicional de Francisco Martín, director general de Turismo de la Junta de Extremadura, que nos ayudó desde el nacimiento de la asociación. Estuvieron presentes en la presentación en sociedad. Es una de las primeras veces que una institución da su apoyo tan abiertamente a la actividad del turismo cinegético, tan importante para Extremadura.

-¿Cuáles son los objetivos que perseguís?

-El principal es situar esta actividad en el rango de máxima excelencia. Queremos que el viajero conozca Extremadura dentro del turismo cinegético, del que somos el máximo exponente en España. Los paisajes, la orografía, la oferta gastronómica, hotelera y de casas rurales, son impresionantes.

-¿Cuál es vuestro principal problema?

--Desafortunadamente es una actividad que no está socialmente bien vista, pero es necesaria. Sin la caza el ecosistema se rompería. Las grandes especies de herbívoros no tienen ningún depredador y el único que puede regular su superpoblación es el hombre a través de la caza. Es una actividad necesaria para respetar el ecosistema. Defendemos la caza sostenible y la caza ética.

-¿Qué importancia tiene el sector en la región?

--Muchísima. Según datos de la Federación Extremeña de Caza mueve más de 400 millones de euros y da más de 90.000 jornales directos. Son cifras muy conservadoras. Nosotros creemos que el volumen es más importante. Me remito al último estudio del Circulo Fortuny realizado por Expansión que dice que en España el turismo cinegético mueve 3.600 millones de euros al año. Las tres regiones más importantes en este ámbito son Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura, estamos hablando de 2.000 millones de euros entre las tres.