Un año más llegamos a una de las citas más importantes del mundo empresarial de la región: los premios ‘Empresario Extremeño’ de El Periódico Extremadura. A lo largo de sus 22 ediciones, este galardón ha ido ganando en prestigio y reconocimiento en razón de los hombres y mujeres que han ido formando parte de su palmarés. El hecho de que participe en el jurado el propio empresariado extremeño representado a través de sus asociaciones o Cámaras de Comercio, además de la administración autonómica y la Universidad de Extremadura, así como empresarios de larga trayectoria y periodistas especializados en economía y empresa, nos permite presentar unos galardones que demuestran su solvencia y consideración por la autenticidad de las votaciones realizadas.

Créanme que resulta complicado conformar cada edición, el debate es largo y hasta tenso, lo que demuestra que aún quedan muchos otros hipotéticos premiados para años venideros cuyas candidaturas seguro llegarán como cada año a la mesa de este jurado. El Periódico Extremadura tiene un fin empresarial, pero también una vocación social de compromiso con la tierra donde se asienta. Entre sus tareas, posee la encomienda de informar y opinar de todo lo que acontece en Extremadura por ser referente de la sociedad a la que sirve, pero también saber destacar y dar a conocer aquellos valores que son reflejo de toda una colectividad. Y aquí, al igual que intelectuales, profesionales liberales, artistas, deportistas, etcétera, los empresarios juegan un papel fundamental.

Estamos convencidos de que la economía y el empleo dependen de los gobiernos, pero son los empresarios, el sector privado en suma, quien, de verdad, hace funcionar los engranajes del mercado, los que permiten que una sociedad avance económicamente hablando y alcance valores de riqueza y empleo que después se traducen en bienestar.

Ser empresario hoy día se ha convertido en una profesión de riesgo. Los años de la crisis han dejado a demasiada gente en el camino. Sin embargo, queda esperanza y los datos que se están conociendo invitan al optimismo. El número de nuevas sociedades mercantiles ha subido en Extremadura un 16,8% en el pasado mes de abril con respecto al mismo mes de 2016, hasta sumar 125 nuevas empresas. Ello hace que, según los últimos datos dados a conocer por el Instituto de Estadística de Extremadura, la región sea la única comunidad con tasa anual positiva. A nivel nacional, la creación de empresas ha sufrido un retroceso en el mes de abril, tanto en datos anuales como en datos mensuales, después de los buenos datos obtenidos en marzo.

Las previsiones avanzan que la economía va a ir a mejor. Las estimaciones para el resto del año y de 2018 son bastante halagüeñas. BBVA Research ha previsto un crecimiento del PIB regional del 2,3 por ciento para 2017 y del 2,4 por ciento para el año siguiente. Además, en materia de empleo estima un crecimiento del 1,3 por ciento este año y del 1,5 por ciento para el próximo ejercicio.

Los cimientos son escasos, la tradición emprendedora nula y el tejido empresarial muy pobre, pero es lo que tenemos y con estas cartas ha de jugarse la partida. De ahí que estos galardones supongan un homenaje al tesón de hombres y mujeres que cada día se levantan para afrontar una nueva aventura, la cual les puede llevar al éxito, pero también al fracaso.

Nunca es un camino de rosas. Que se lo digan a Atanasio Naranjo, el ‘rey de la fruta de hueso’ y presidente del grupo Tany Nature, este año elegido Empresario Extremeño del Año 2017. Hijo de un colono de las Vegas del Guadiana, posee una central hortofrutícola de 80.000 metros cuadrados en Zurbarán, a 20 kilómetros de Villanueva de la Serena. Cuenta con más de 2.000 hectáreas de cultivos, una parte de ellas en propiedad. El grupo Tany Nature, que llega a dar empleo a 2.800 personas tanto en el campo como en la central, vende en España una pequeña parte de su producción, pues el destino de su fruta es el mercado internacional. Se puede decir que ha convertido a Extremadura en una de las zonas más importantes en la producción de fruta de hueso del mundo facturando cerca de 50 millones de euros al año.

El jurado ha confirmado su candidatura como ejemplo de constancia, generador de riqueza y también de empleo desde y para Extremadura. El resto de galardonados no merecen peor consideración: el Grupo García Moya, premio a la Trayectoria Empresarial; Maria Ke Fisherman, premio a la Promoción de Extremadura; Cárnicas Dibe, premio a la Empresa Agroalimentaria; Rocío Pérez Sierra, premio a Mujer Emprendedora; Marta Alberni, Joven Promesa; Interlun, Premio Pyme; Grupo Maven, premio Empresa Familiar; y Muebles Periáñez, premio Comercio.

Todos merecen estar ahí y pasar a formar parte de la historia de este certamen, lo cual debe suponer tanto un reconocimiento como un espaldarazo a la hora de afrontar nuevos retos.

Ojalá que así sea y, quién sabe, en unos años cualquiera de ellos vuelva de nuevo a ser premiado. No sería una novedad, ya ha ocurrido en algún caso como con Atanasio Naranjo que en 2004 su empresa fue premio Empresa Agroalimentaria. Significará que la empresa no sólo sigue adelante, sino que su trayectoria ha sido a mejor y que El Periódico Extremadura, y su jurado particularmente, sigue haciendo bien esta tarea.