Plasencia luce especialmente hermosa estos días en los que el brotar de la primavera tiñe de colores el entorno natural de la ‘perla del Jerte’. Plasencia se convierte así en el espacio perfecto para conocer el Cerezo en Flor. Muchos son los viajeros que pernoctan en ella y desde allí salen a conocer las excelencias del Valle del Jerte en estos días del florecer de millón y medio de cerezos. Además, en estas fechas, Plasencia añade el aliciente de su Semana Santa, Fiesta de Interés Turístico Regional, con tallas de gran valor artístico y devocional que salen en procesión por su recinto histórico desde el Domingo de Ramos a la Resurrección.

La Semana Santa placentina reúne cerca de 6.000 penitentes en las calles de la ciudad, que acompañan a destacadas obras de imaginería religiosa entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección.

Plasencia, en el norte de Extremadura, está rodeada de valles y montañas, en pleno corazón de la Ruta de la Plata. De hecho, el Norte de Extremadura es el principal destino turístico regional, con 1,76 millones de pernoctaciones en 2017.

ALOJAMIENTOS. Plasencia dispone de una variada y, sobre todo económica, oferta de hoteles muy asequibles siempre llenos de romanticismo y encanto, situados en el casco histórico. También puede el viajero alojarse en el Parador, un antiguo convento del siglo XV. Desde allí se puede pasear por la plaza Mayor, visitar sus famosas dos catedrales unidas, o aprovechar para conocer una gastronomía sorprendente, marcada por los exquisitos productos de sus comarcas circundantes. El ‘tapeo’ por los soportales de la plaza Mayor es toda una experiencia. Sin olvidar la cocina de vanguardia que se practica en los restaurantes de la ciudad.

Si la visita es un martes de mercado, es posible adquirir los productos de las huertas y valles.

Tanto en el centro de la ciudad como a las afueras hay interesantes casas rurales, perfectas para una visita en grupo.

No es extraño que Plasencia tenga en su lema la frase ‘para agradar a Dios y a los hombres’. En 1515 la corte del rey Fernando El Católico se trasladó allí y se reunió con fray Bartolomé de las Casas, lo que la convirtió en capital del mundo en su época. Desde entonces, Plasencia siempre ha tenido ese halo de ‘espacio de encuentros’. Plasencia está muy bien comunicada por carretera y la puesta en marcha de su Palacio de Congresos la coloca en un espacio privilegiado para la celebración de eventos de todo tipo.

En el Palacio de Congresos de Plasencia tan importante es su continente como su contenido y muchos son los arquitectos que acuden a la ciudad solo para verla. Ya están empezando a perfilarse los congresos que albergará el palacio, entre ellos uno sobre el castaño.

El Palacio de Congresos ha sido diseñado por los arquitectos José Selgas Rubio y Lucía Caño. Multiplica las posibilidades de turismo y negocio de la ciudad, convirtiéndola en centro de la arquitectura de vanguardia.

Esta ‘Catedral del siglo XXI’ de 11.000 metros cuadrados tiene forma de barco, como mirador abierto a un futuro esperanzador convertida en lugar de reuniones, conferencias, exposiciones y otros eventos.

La ciudad tiene más atractivos; así no puede olvidarse el Teatro Alkazar, cerca de cumplir cien años, y sus 700 plazas. Los auditorios de Santa Ana, Santa María o la sala multiusos del Verdugo, también ideales para encuentros más reducidos.

Plasencia fue en 2017 una de las ciudades españolas donde más creció el turismo con 3 de cada 10 pernoctaciones de los turistas que visitaron el norte de Cáceres. Cuenta con guías oficiales para quienes quieran un recorrido comentado.